Un ourensano de 45 años, J.C.B.Á, planeó con su sobrina, una compañera de colegio y otra estudiante de un centro próximo -todas eran menores- que robaran en pisos de alumnas del mismo centro. Las menores, sentenciadas con anterioridad a este proceso porque la justicia para esa edad es mucho más ágil, sustraían las llaves de las mochilas de sus compañeras y hacían copias para entrar en las viviendas. El condenado negó que se hubiera valido de las tres estudiantes menores de edad para robar en los pisos de compañeras, pero dos de ellas, todas salvo su sobrina, lo culparon.

Tras hacerse con las llaves en las mochilas de otras alumnas del colegio de monjas Divino, las menores aprovechaban los recreos para entrar a robar en sus viviendas. Cometieron los robos a lo largo del curso académico 2011-2012.

Las menores incriminaron al adulto en el plan delictivo. Solo lo exculpó su sobrina, la tercera menor condenada por los robos. Cuando ocurrieron los hechos tenían 16 y 17 años. Dos de ellas eran compañeras en el Colegio Divino Maestro y una tercera en el Sexto Instituto. Después de la investigación llevada a cabo por la Fiscalía, la juez de Menores las condenó con una pena de entre 24 y 18 meses de libertad vigilada. Sus progenitores se están haciendo cargo de las responsabilidades civiles por las joyas sustraídas.