Al menos 20 personas murieron y unas 50 resultaron heridas, 18 de ellas de carácter grave, al chocar frontalmente dos trenes ayer por la mañana en la región italiana de Apulia, en el sur del país. El siniestro se produjo por causas aún desconocidas poco después de las 11.00 horas entre las localidades de Corato y Andría, en una zona de vía única por la que pasan cada día decenas de convoyes. Los equipos de rescate buscaron hasta última hora de ayer a posibles víctimas de entre los escombros, ya que algunas de las partes de los trenes han quedado completamente dañadas.

"Hay muchos muertos", admitió el comandante de la Policía de Andría, Riccardo Zingaro. Los trenes siniestrados cubren rutas regionales y viajan habitualmente con numerosas personas a bordo, si bien no existe una estimación aproximada de cuántos pasajeros podrían haberse visto afectados. El primer ministro italiano, Matteo Renzi, pidió ayer que se aclaren aclarar las circunstancias que causaron el accidente ferroviario. "Lágrimas y dolor por estas vidas destrozadas y por sus familias, pero también mucha, mucha rabia", escribió Renzi en Facebook.

El primer ministro, a quien se esperaba a última hora de la tarde en el lugar del accidente, agregó en la red social: "Queremos que se aclare todo. Esta tarde estaré en Apulia con los entes locales, la región, la Protección Civil y los ministerios afectados". Antes que Renzi, el presidente italiano, Sergio Mattarella, definió en un comunicado de "tragedia inadmisible" lo sucedido en el tramo ferroviario situado entre las localidades de Andría y Corato, en el sureste del país.

El alcalde de Corato, Massimo Mazzilli, lamentó en Facebook el desastre y explicó que es "como si un avión se hubiese estrellado". Las imágenes aéreas difundidas por las autoridades muestran la parte frontal de ambos convoyes totalmente destruida y restos esparcidos en un amplio radio de metros. Corrado recordó ante los medios locales que se requiere sangre del grupo cero en los hospitales de Andría y Barletta, a los que han sido trasladadas los heridos, entre ellos también niños ya que la línea era usada por estudiantes, familias y trabajadores.

El ministro de Infraestructuras y Transportes, Graziano Delrio, tenía previsto trasladarse al lugar en el que se produjo la tragedia, una zona árida, despoblada y dedicada al cultivo de olivos. Asimismo señaló en un comunicado que se había enviado a la zona a dos inspectores para investigar las causas que propiciaron la colisión entre los dos trenes, y que por el momento se desconocen.

Tareas de búsqueda

Agentes de las fuerzas de seguridad italianas y de la Cruz Roja se afanaban ayer en buscar supervivientes en la zona, así como en localizar otros posibles cadáveres entre los restos de los trenes. El Gobierno español ha expresado su "profundo pesar" por las "trágicas consecuencias" del choque de trenes. El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha trasladado "al pueblo y las autoridades italianos su solidaridad en estos momentos difíciles", informó el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. "El Gobierno quiere hacer llegar su pesar y condolencias a las familias y allegados de las víctimas y su deseo de una pronta recuperación de los heridos", reza el comunicado.