La Audiencia de Coburg (Baviera) condenó ayer a 14 años de cárcel a una madre por la muerte de ocho bebés recién nacidos, mientras que absolvió al padre de los niños, al que la Fiscalía imputaba complicidad.

La mujer, de 45 años, fue declarada culpable del homicidio de cuatro de esos bebés, que se considera probado vinieron al mundo vivos, mientras que los restantes no se pudo establecer si murieron al nacer o poco después del parto. La Fiscalía había pedido para la mujer cadena perpetua, con el argumento de que ésta había asesinado a sus bebés sin ninguna presión o emergencia que se pueda considerar atenuante.