El militar que supuestamente participó en una violación múltiple en las fiestas de San Fermín será trasladado en las próximas horas a la prisión militar de Alcalá Meco desde la cárcel para funcionarios de Logroño adonde fue enviado junto con otro de los detenidos, un guardia civil. Además, este acusado será apartado próximamente de la Unidad Militar de Emergencias (UME), a la que pertenece, y de este modo volverá a ser soldado del Ejército de Tierra. En la UME, todas las vacantes son de libre designación, de modo que los efectivos que trabajan en ella son seleccionados para formar parte de la misma, pero también pueden ser apartados por falta de idoneidad para el puesto o por falta de confianza, entre otras razones.

Este militar es uno de los cinco jóvenes de entre 25 y 28 años que el pasado 8 de julio fueron detenidos en Pamplona después de que una chica de 18 años denunciara haber sido violada. Otro de los arrestados estaba recién graduado en la escuela de Baeza (Jaén) de la Guardia Civil y destinado en Córdoba. Tras los hechos, un juez decretase prisión por varios delitos de agresión sexual para los 5 detenidos el por abusar de la joven, suceso que los acusados grabaron, al apreciar una "participación colectiva de todos ellos".

Los cinco detenidos se acogieron ante el juez a su derecho a no declarar, mientras que el Ministerio fiscal y la acusación particular solicitaron su ingreso en prisión provisional. En la resolución, el magistrado expone que concurren todos los requisitos para la adopción de la medida privativa de libertad por delitos de agresión sexual y robo con violencia o intimidación y asegura que "existen en la causa méritos bastantes" para estimar responsables criminalmente de dichos delitos a los cinco encausados.

Condena por otro caso

Por otro lado, la Audiencia de Navarra ha condenado a un vecino de Pamplona a un año de cárcel por un delito de abuso sexual en los sanfermines de 2014, y al novio de la víctima a otros 9 meses por un delito de lesiones. Los hechos ocurrieron el 13 de julio de 2014 poco después del encierro en la calle Estafeta cuando el pamplonés J.M.F.G., de 43 años, agarró e intentó besar en contra de su voluntad a una chica norteamericana, actitud a la que el novio de la joven respondió propinando un puñetazo en la cara al agresor, que cayó al suelo y se golpeó la cabeza, lo que le causó un grave lesión.

En su sentencia, que puede ser recurrida, la Audiencia estima que en la conducta del pamplonés concurre la atenuante de embriaguez, ya que se encontraba bajo la influencia de bebidas alcohólicas que había consumido con anterioridad, aunque le condena también a pagar 3.000 euros por daños morales.