La Policía Nacional ha liberado a dos mujeres que eran explotadas sexualmente en clubes de Valencia, Mallorca y Lanzarote en una operación en la que han sido detenidos cuatro miembros de un clan familiar de nacionalidad rumana que obligaba a las jóvenes a ejercer la prostitución y a que les entregaran todas sus ganancias. Una de las chicas había sido drogada, golpeada y violada durante años por los miembros del clan y, cuando se cansaron de ella, la vendieron a otra red de origen albanés, que continuó con su explotación sexual.

A la otra víctima, a la que habían fotografiado ejerciendo la prostitución, la sometían amenazándola con enviar las fotos a su familia y a su expareja, para que le quitara la custodia de su hija de tres años.

La investigación se inició el pasado mes de mayo a partir de la denuncia de una mujer que relató a la Policía cómo había sido captada por un clan familiar de ciudadanos de nacionalidad rumana para venir a España, ofreciéndole la posibilidad de trabajar en España, donde ganaría suficiente dinero para mejorar las condiciones de vida tanto suyas como de sus familias.

Una vez en este país, fue obligada a ejercer la prostitución en clubes de alterne de distintas localidades como Valencia, Palma de Mallorca y Lanzarote.

Debía realizar los servicios sexuales que le encomendaban y, una vez terminada su jornada, tenía que entregar a los tratantes la totalidad del dinero recaudado. Para doblegar su voluntad, los miembros del clan no dudaron en amenazarla, agredirla, drogarla, violarla y humillarlas durante años.

Cuando el clan se cansó de ella, pues consideraron que ya no iban a obtener suficientes beneficios de su explotación, se deshicieron de la joven vendiéndola a otra organización de origen albanés que continuó explotándola sexualmente.