Juan Ramón Vidal Romaní, director del Instituto Universitario de Xeoloxía de A Coruña, aseguró ayer que la tragedia que vivió el centro de Italia se podría haber evitado si desde el país transalpino hubiesen utilizado los medios necesarios para detectar este tipo de seísmos, y advierte que es muy complicado que un terremoto de tal magnitud castigue Galicia.

-¿Era probable que hubiese un terremoto en esa zona de Italia?

-Por supuesto. Ese lugar era y es propenso a este tipo de movimientos sísmicos. Allí confluyen dos placas, la Africana y la Euroasiática, por lo que es una zona de altísimo riesgo.

-¿Se podrían haber evitado las trágicas consecuencias?

-No me cabe duda. Primero, realizando unas construcciones más resistentes, porque viendo las imágenes del lugar se puede apreciar que los edificios no cumplían todas las medidas necesarias. Además, estoy seguro de que el gobierno no dispuso de todos los instrumentos necesarios para detectar el terremoto. Se requiere un sistema de control que es caro, y es imposible que lo tengan.

-¿Por qué se dieron más de un centenar de réplicas?

-Cuando chocan dos masas, como es el caso, el material aguanta hasta que se rompe la roca, y es ahí cuando se produce el terremoto, con la liberación de la tensión acumulada. Por suerte, esa tensión no se libera de golpe, ya que estaríamos hablando de pérdidas inimaginables. Al ser poco a poco, eso da lugar a diferentes réplicas, que se suceden durante los días posteriores al seísmo principal. Una vez estabilizado el material, el riesgo sigue latente pero ya es mucho menor.

-¿Existe riesgo en España de que podamos vivir algo similar?

-Tenemos dos zonas, Sierra Nevada y los Pirineos, que tienen una peligrosidad similar a la de los Apeninos, por lo que no es descabellado pensar que en cualquier momento haya un seísmo de grandes magnitudes allí.

-¿Y en Galicia?

-En Galicia es más complicado ya que la orografía del terreno es muy diferente. El riesgo es mucho menor ya que el choque entre placas se da por subducción (una se superpone sobre la otra) y no por rozadura, por lo que es menos violento. Nosotros tenemos una fosa paralela a la Cordillera Cantábrica, de un tamaño muy inferior al que tienen por ejemplo los Apeninos. Además, el no tener actividad volcánica cerca de Galicia también ayuda a que, aunque existe riesgo, este sea muy pequeño.