Ana Huete, la joven granadina de 27 años que consta como la única española fallecida, fue recordada ayer por sus amigos en un homenaje para transmitir ánimo a su familia y al resto de las víctimas del seísmo. La pizzería que regentaba la víctima junto a su pareja, de origen italiano, se convirtió en el escenario de un sentido y simbólico homenaje. En la entrada de este negocio, que lucía el cartel desde principios de agosto de cerrado por vacaciones, se depositaron velas y flores. Familiares de la víctima viajaron ayer a Roma para hacerse cargo del cadáver.