Treinta voluntarios participan desde esta mañana en las tareas de búsqueda de Diana Quer por los montes de A Pobra y, en concreto, por la zona del curro en el que se celebra la rapa das bestas y que la Guardia Civil tiene especial interés en rastrear. A las nueve de la mañana en la sede de Protección Civil, emplazada en el polígono industrial, se organizarán los primeros equipos formados por entre cuatro y cinco personas y acompañados, cada uno de ellos, por un agente que dirigirá las pesquisas y se encargará de analizar cualquier indicio o prueba que adviertan los voluntarios para determinar si tiene o no relación con la investigación sobre la desaparición de la joven madrileña. Llevar pantalón largo, ir calzados con botas, vestir un chaleco reflectante e ir provistos de agua son algunas de las instrucciones que recibieron las alrededor de cien personas que ayer se congregaron en el salón de plenos de A Pobra con la intención de ayudar, en lo posible, a resolver el misterio sobre el paradero de Diana. Los mandos de la Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local y Protección Civil presentes en la reunión insistieron, además, en que los voluntarios no lleven teléfonos móviles durante la búsqueda, posiblemente para evitar que pueda trascender alguna imagen de posibles vestigios localizados durante la batida.

El aluvión de voluntarios no solo llegó de forma presencial, sino que el Concello recibió también muchas llamadas telefónicas y mensajes a través de las redes sociales de personas dispuestas a ayudar en la búsqueda de Diana. También agrupaciones de Protección Civil de toda la comarca y las provincias de A Coruña, Pontevedra y Ourense se han puesto a disposición de las fuerzas del orden. Hoy únicamente participarán treinta y, en días sucesivos y en función de las necesidades, podría incrementarse el número de personas. Porque las batidas continúan mañana y, es posible también, que en días posteriores, según explicó el alcalde, Xosé Lois Piñeiro, al término de la reunión. Los rastreos con voluntarios se realizarán de nueve a dos horas y, por la tarde, será la Guardia Civil la que se encargue de dar continuidad a la búsqueda de forma más selectivas y en puntos concretos del municipio. Cuentan con un lista con nombres, DNI y número de teléfono de personas dispuestas a ayudar. El local de hostelería Mascatiño, emplazado en Cabío, ofrece avituallamiento -agua y bocadillos- para quienes se sumen a las tareas de búsqueda.

Jóvenes, incluso menores de edad, turistas llegados desde distintos puntos de España y de Galicia que se solidarizan con la familia de la desaparecida, conocidos de Diana, vecinos de A Pobra y de otros municipios de la comarca acudieron ayer a la llamada de la Guardia Civil y abarrotaron en Salón de Plenos hasta tal punto que incluso hubo voluntarios que tuvieron que quedarse fuera sin poder escuchar las directrices que marcaban las fuerzas del orden.

Leo Fernández, de 26 años y vecino de Cabío, conoce a Diana Quer de sus veraneos en O Barbanza. Es voluntario de Cruz Roja en Boiro y también lo fue de Protección Civil de A Pobra. "Tengo una hija, le puede pasar lo mismo el día de mañana y me gustaría que me ayudasen. Espero que aparezca y bien durante los rastreos", dice. Shailyn Guzmán tuvo relación con la joven desaparecida durante este verano y explica que es "una chica muy tranquila, simpática y agradable. No se merece lo que le está pasando y quiero ayudar a sus padres, que están desesperados buscándola", comenta. Entre los voluntarios hay también integrantes de la asociación animalista Vox Ánima, que junto a la protectora Moura, organizó este mismo mes batidas para rescatar a animales heridos durante los incendios que asolaron la Serra do Barbanza. Diana y su madre colaboraron en estas tareas de forma desinteresada y "ahora queremos corresponderla y ayudarla nosotros", apunta el presidente José Carlos Vidal, si bien cree que la Guardia Civil "está dando palos de ciego al no haber pistas concretas de dónde estuvo" la noche en la que desapareció.