Diana Quer regresó a su casa de veraneo de A Pobra do Caramiñal, se cambió de ropa y después pudo subirse a un coche a tenor del análisis del posicionamiento de su teléfono móvil. Este es el escenario en el que se mueve ahora el caso de Diana Quer, una desaparición que mantiene en vilo a todo el país. Una de las grandes incógnitas tiene al menos por fin respuesta: si inicialmente la madre de la joven madrileña rechazaba que su hija hubiese pasado por la vivienda la madrugada del pasado 22 de agosto en que se le perdió la pista -"lo descarto totalmente", dijo ante los periodistas-, ahora sí reconoce que lo hizo. El abogado de la mujer, Pedro Víctor de Bernardo, afirmó ayer que el pantalón corto rosa con el que la chica había salido aquella noche para ir a las fiestas de la localidad apareció en el domicilio y lo que echó en falta la madre fue un vaquero "largo". "Por tanto parece que sí que se cambia", indicó el letrado, que también confirmó que igual que el DNI de la desaparecida, también se encuentra en el domicilio su pasaporte.

El jurista insistió en que no hay ningún cambio de versión en Diana López Pinel, que está desde el lunes recluida en su chalé de Madrid. "El equipo de investigadores sabe desde el primer momento que apareció el pantalón rosa; cuando [los periodistas] le preguntan a mi cliente si oyó [a Diana] aquella noche ella dice que no, porque no la escuchó; otra cosa es que se refiriesen al pantalón rosa, pero esa pregunta no se la hicieron", argumenta.

Durante los primeros días, la madre de la joven negó que su hija hubiese pasado por casa esa madrugada. La mujer "descartaba la posibilidad" de que hubiese ido a la vivienda "a cambiarse". "La habitación de Diana está pegada a la mía, con lo cual yo hubiese escuchado algo", dijo. Contaba además que habían realizado una profunda revisión, incluido el armario, pero que no faltaba "nada" de la chica. En la descripción que consta en el cartel de la Guardia Civil -distribuido la primera semana- se indica que en el momento de la desaparición la madrileña, además de camiseta blanca con sudadera y zapatillas negras de cordones, vestía el referido "pantalón corto rosa". También esos datos están en la ficha de búsqueda elaborada por SOS Desaparecidos y que distribuyó no sólo por España, sino también por otros países europeos como Portugal e Italia.

Menos contundente

Con el paso de los días la contundencia inicial de la madre sobre la cuestión fue menguando, señalando que en las revisiones que se hicieron "puede faltar un pantalón vaquero". Aunque reiteraba que ella duerme "con la puerta abierta" y tendría que haber escuchado a su hija en caso de subir a casa, admitía que "igual sí" podría haber estado sin que ella la oyera. Pero no fue hasta ayer cuando, al menos públicamente, se supo, a través del letrado, que los pantalones rosas se hallaron en la vivienda de A Pobra. El jurista insiste en que los investigadores ya tienen esta información desde el principio.

También en estos últimos días ha cobrado fuerza la hipótesis de que Diana se pudo subir con alguien a un coche, cuestión que se sospecha a raíz del posicionamiento del teléfono móvil. Los agentes ahondan en esta tesis con la revisión de cámaras de carreteras cercanas. El terminal de la joven está apagado desde las cuatro de aquella madrugada.