Más de 600 bomberos continúan los trabajos de extinción del incendio forestal que se mantiene activo en la región portuguesa del Algarve, al sur del país, que ya ha calcinado más de 2.000 hectáreas.

Este incendio, que se inició en la sierra del Monchique el pasado sábado, fue dado por controlado el lunes, pero se reavivó 48 horas después.

Según los datos facilitados por la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC), el fuego mantiene un frente activo y emplea a unos 630 bomberos y otros efectivos, apoyados por dos centenares de vehículos terrestres, cuatro helicópteros y dos aviones.

Las llamas y el fuerte humo en la zona provocaron el jueves la evacuación de las poblaciones de Carriçal, Moinho da Rocha y Tabual, así como el desalojo de un hotel.

En total, casi 2.500 bomberos y otros efectivos trabajan en todo el territorio portugués para sofocar los 78 incendios forestales declarados en el país. Además del fuego de Monchique, existen otros tres incendios que la ANPC clasifica como "importantes" y que permanecen activos en suelo luso.