Cinco jóvenes de entre 24 y 30 años de edad heridos, tres de ellos graves y otro crítico, es el balance de, en palabras de los propios servicios de emergencia, el "brutal" accidente registrado a primera hora de la mañana de ayer en la localidad pontevedresa de Gondomar. El siniestro se produjo al salirse de la vía el vehículo Mercedes AMG en el que viajaban todos los lesionados, impactar violentamente contra rocas y salir el coche dando bandazos y sin control aproximadamente unos 300 metros, sufriendo más impactos, hasta finalmente detenerse. El conductor, según las fuentes consultadas, dio positivo en alcohol. La Guardia Civil baraja la velocidad excesiva, en una vía limitada a 50 kilómetros por hora, como causa más probable de la colisión.

La alerta se recibía en torno a las 07.15 horas. El siniestro se produjo a la altura del kilómetro 18 de la PO-340. Las primeras investigaciones sobre el terreno apuntan a que el vehículo chocó contra un muro de piedra tras salirse de la vía por la izquierda al salir de una pequeña curva. El fuerte impacto lo lanzó hacia el carril contrario, del que también saldría rebotado tras colisionar con otro. Al parecer, el turismo se habría desplazado sin control a toda velocidad y en zigzag a lo largo de unos 300 metros en la carretera que une Gondomar con A Ramallosa, en pleno centro urbano, en las proximidades de la estación de servicio de Mañufe, que a esa hora aún estaba cerrada. Colisionó contra bloques de granito al menos en dos ocasiones, y no se descarta que fueran tres los topetazos. Durante ese trayecto que recorrió dando tumbos, el coche perdió varios componentes por el camino. El motor salió despedido y acabó en medio de una finca. Otras piezas, entre ellas la batería, aparecieron tiradas por el asfalto.

Tras recibirse el aviso, un amplio dispositivo de emergencias se trasladó al lugar. Varias personas que llamaron al 112 estaban muy alarmadas porque temían que el vehículo, que quedó muy destrozado, comenzase a arder, lo que finalmente no ocurrió. Además de agentes de la Guardia Civil de Tráfico, que se encargarán de la investigación del siniestro, acudieron también miembros del GES Val Miñor, de los bomberos de Vigo y de los bomberos de Baixo Miño, tres servicios que colaboraron para excarcelar al conductor, que había quedado atrapado en el coche y que, al menos en ese momento, estaba aparentemente consciente.