El coche. Esa es la clave en el caso de Diana Quer. En una desaparición que se enreda por momentos y en la que un reciente informe de la Guardia Civil apuntaría a que no llegó a ir a su casa de veraneo de A Pobra a cambiarse de ropa la noche de fiestas del 22 de agosto en que se perdió su pista, si hay una certeza es esa: la de que viajó en un vehículo cuya pista se pierde al mismo tiempo que se apaga su teléfono móvil en el vecino municipio de Rianxo.

Los esfuerzos, y no son pocos, de los agentes se centran en localizar ese automóvil. Pero como en todo caso de estas características hay muchos más frentes abiertos. ¿Hay ya sospechosos? Algunos medios apuntaban ayer a la posible existencia de cinco personas sobre las que se puso la lupa policial. Pero el mutismo oficial al respecto es absoluto. Lo que sí se confirmó, a través del subdelegado del Gobierno en Lugo, es que se recibieron "muchas llamadas" de Pedrafita y Castroverde que situaron allí hace unas semanas a una persona con las mismas características que la joven. También en el barrio de A Milagrosa de la capital lucense.

La Guardia Civil de Lugo está realizando un informe al respecto que será trasladado al equipo que lleva la investigación del caso desde A Coruña. "Esperamos que aparezca lo más pronto posible", señaló el subdelegado Ramón Carballo, que aclara sin embargo que en esta desaparición siguen por ahora todas las hipótesis abiertas.

Esta investigación es todo un desafío para los agentes. Más de 30, según los últimos datos que se facilitaron, trabajan de forma permanente en busca de pistas. El teléfono móvil de la joven y las antenas repetidoras han sido claves hasta ahora. Pero aún no han dado respuesta a lo más importante: al interrogante sobre el paradero de Diana.