Un almacén clandestino de elaboración y venta de productos cárnicos ubicado en el barrio vigués de Coia. Éste es el hallazgo en el que desembocó una investigación de la Guardia Civil que se ha saldado con dos personas detenidas, el precinto de casi 1.000 kilos de carne por el deficiente estado higiénico-sanitario en el que se encontraban esas instalaciones y la identificación, hasta el momento, de más de una veintena de restaurantes y establecimientos de la urbe olívica y otras localidades de su área metropolitana que se abastecieron en el citado local. Uno de los arrestados es el hombre que regentaba ese punto de venta, al que se atribuye la presunta autoría de un delito contra la salud pública y otro de receptación por abastecerse de carne sustraída en otra empresa del sector. El otro, quien ya fue apresado hace más de cuatro meses, es el empleado de esa citada firma cárnica que robaba el género para suministrárselo al almacén desmantelado. La investigación llevada a cabo por agentes del grupo de Policía Judicial de Tui arrancó en mayo, precisamente a raíz de la detención del trabajador de una empresa del sector cárnico de Porriño acusado de delito continuado de hurto.