Melisa Suero, la hermana de la niña que la pasada semana recibió una paliza de doce menores del colegio público de Son Roca de Palma, aseguró ayer que "incluso" tres días antes de esa agresión su madre se quejó a la dirección de los insultos y amenazas contra la pequeña y otra hermana de 12 años. La hermana aseveró que la madre advirtió al centro en varias ocasiones de las amenazas que recibía la mayor, a la que llamaban "gorda y le pegaban patadas".

Los menores agresores, inimputables penalmente, recibían una "regañina, pero ni castigo, ni expulsión, nada más; tendrían que ser expulsados", afirmó indignada Melisa Suero.

La joven narró que su hermana de 8 años fue atacada al finalizar el recreo de la mañana del miércoles, arrojada al suelo y pateada por una docena de chicos de entre 12 y 14 años después de que ella cogiera el balón con el que jugaban al fútbol porque había sonado el timbre.