Apenas unos minutos duró el interrogatorio al autor confeso del conocido como crimen del congelador de Ponteareas. El ciudadano paraguayo José Antonio Frutos Ayala reconoció durante la primera sesión del juicio que se celebra en la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra haber dado muerte a su amigo de nacionalidad venezolana José Jesús Isasi González el 22 de marzo de 2014. Confesó los hechos respondiendo a la mayoría de las preguntas incriminatorias del fiscal del caso, Juan Sagredo, con un lacónico "sí" como única respuesta. Reconoció que el 21 de marzo de 2014, la víctima, empresario residente en Nigrán con antecedentes por narcotráfico, acudió al domicilio de la víctima en Ponteareas con quien le unía una relación de amistad. De hecho, esa noche salieron de fiesta y a primera hora de la mañana ambos regresaron al domicilio.

El acusado admitió que en ese momento ambos iniciaron una discusión y que golpeó a la víctima con un objeto contundente (el fiscal asegura que con una plancha). El acusado apenas se extendió en sus respuestas al fiscal. Una de ellas para aclarar que todo el incidente comenzó cuando "yo le di un empujón, él se cayó y se golpeó la cabeza con el borde de una cama". A preguntas del Ministerio Público también reconoció que tras ese primer golpe y cuando ya estaba en el suelo llegaron otros. No dijo por qué lo hizo, solo respondió con una frase en cierta forma contradictoria: "Para que no sufriese, porque para mí ya estaba muerto".

Luego, siguió respondiendo prácticamente con monosílabos a las preguntas del fiscal reconociendo que, cuando su amigo ya estaba fallecido, ocultó el cadáver en una habitación pequeña y para evitar que se descompusiera lo ocultó en un congelador. También reconoció que, para que cupiese dentro, lo descuartizó. Este breve interrogatorio fue suficiente para el fiscal que obvió detalles sobre este crimen que sí recoge en su escrito de acusación, como el hecho de que en días posteriores el acusado compró el arcón congelador en el que ocultó el cadáver. También que se hizo con una radial para seccionar la cabeza y ambas piernas a la altura de la rodilla para que el cuerpo sin vida de la víctima cupiese en el arcón. Luego cerró con una cadena y un candado y convivió con el cadáver oculto en su piso de Ponteareas durante 6 meses, hasta el 6 de junio de 2014. Para entonces, la familia en Venezuela de José Jesús Isasi ya había estado preguntando insistentemente por el paradero de este empresario tanto al propio acusado como a conocidos de él y Frutos Ayala les había respondido que estaba "en perfecto estado".

El fiscal retomó su interrogatorio en el día 6 de junio de 2011, cuando el acusado huyó a Portugal. Lo hizo con el objeto de zanjar también la acusación contra el segundo investigado que se sienta en el banquillo como autor de un delito de encubrimiento de este crimen. Se trata de David P. A., quien conocía a Frutos Ayala por utilizarlo supuestamente como testaferro en distintas empresas. Frutos reconoció al jurado que contó a David P. A. que había dado muerte a José Jesús Isasi y que mantenía el cadáver oculto en un congelador. Admitió, también, que David P. A. le facilitó un coche con el que huir a Portugal. El propio David P.A. confesó los hechos. Seis meses más tarde, y cuando ya la presión se hacía insoportable, Frutos Ayala, se entregó a la Guardia Civil y declaró haber dado muerte a Isasi González.

La confesión permitirá acortar sensiblemente la vista oral eliminando testigos y peritos instrascendentes, al tener que escuchar el jurado popular únicamente a aquellos indispensables. Una confesión que, sin duda, supondrá una reducción de la pena que inicialmente solicita el fiscal para ambos acusados, de 16 años por asesinato para Frutos Ayala y de dos años para su encubridor, a pesar de que el representante del Ministerio Público como es lógico, aguarde al último día del juicio para oficializar esta rebaja en su solicitud de condena.

El fiscal reconoció ayer la posibilidad de que la acusación por asesinato se podría reducir a una por un delito de homicidio, de tal forma que los 16 años que solicita se verían reducidos a entre 10 y 15 años de prisión para el principal acusado.