Una investigación ha permitido desarticular, en palabras de la Policía Nacional, el grupo de narcos "más activo" que operaba en Europa, África y Sudamérica. Fueron unas pesquisas iniciadas por el Juzgado de Instrucción número 4 de la Vigo las que permitieron intervenir a mediados de noviembre más de 2,5 toneladas de cocaína a bordo de un pesquero marroquí interceptado a 100 millas del Sáhara Occidental. Hubo además 24 detenidos, 18 de ellos en Marruecos -entre ellos los tripulantes del barco- y los seis restantes en España. De estos últimos, cuatro cayeron en Madrid -entre ellos el representante del cártel colombiano en España, para el que se decretó prisión provisional- y dos más en Arousa, que pasaron a disposición del tribunal gallego la pasada semana y quedaron en libertad con cargos.

El operativo de la Policía Nacional española en colaboración con la de Marruecos ha desmantelado una red con bases en España y Marruecos e integrada por ciudadanos de ambos países, así como de Colombia. Con gran capacidad económica y logística, el grupo tenía un amplio despliegue de barcos para el tráfico de cocaína por alta mar, dificultando así, informó ayer el Ministerio del Interior, la actuación policial al usar entre tres y cuatro embarcaciones simultáneas.

Galicia fue el origen de la investigación. Unas reuniones celebradas en este territorio fueron el germen de las pesquisas, que comenzaron al tenerse conocimiento de la presunta entrega a un conocido narco gallego de un cargamento de cocaína, algo que al parecer se iba a producir en el Océano Atlántico. Pero la participación de este hombre en un juicio en la Audiencia Nacional por otro alijo de droga y su posterior condena a 10 años de prisión impidieron, se señala en una nota de prensa, "su participación" en el ilícito negocio. Pero de esa transacción de droga se hizo cargo otra organización de origen colombiano y liderada desde España, cuyo cabecilla hacía numerosos viajes entre Madrid, Bogotá y Venezuela. Con el amparo de los medios de los que disponían para dificultar que un operativo policial abortase sus planes, la red internacional, según pudieron averiguar los investigadores, pretendió hacer una entrega de la droga desde Surinam, pero tras dos intentos fallidos la organización desistió de esta vía. Por ello, el representante de la oficina colombiana en España organizó el que sería el envío definitivo, que tendría lugar desde Sudamérica a España para abastecer a un pesquero controlado por la red desde Galicia.

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El barco partió desde Sudamérica y después la droga se traspasó a un pesquero marroquí, donde se ocultó en sus bodegas. Cuando navegaba hacia España frente a las costas de Mauritania y Marruecos se decidió el asalto policial. Dos patrulleras y un helicóptero marroquí lo hicieron. En la embarcación iban 12 tripulantes, que arrojaron al mar fardos de coca. Las diligencias judiciales están bajo secreto. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, destacó el "importante golpe" asestado a la red de narcos desmantelada.