El hombre de 63 años hallado muerto a golpes, maniatado y con una bolsa en la cabeza, en su piso del barrio de Monteolivete de Valencia fue arrestado en 1995 acusado de pertenecer a una de las mayores redes de producción y distribución de pornografía infantil de los últimos años, la cual elaboraba el material en Valencia para ser comercializado posteriormente en los Estados Unidos.

El ahora fallecido, cuyo asesinato investiga la Policía Nacional, fue absuelto del delito de corrupción de menores, como ha adelantado en exclusiva Levante-EMV, debido a que los hechos que se le imputaban ya habían prescrito. El Ministerio Fiscal solicitaba inicialmente para él una pena de cinco años de cárcel ya que era una de las personas que aparecía en los vídeos manteniendo relaciones sexuales con menores de edad. No obstante, la grabación fue realizada en 1983, por lo que cuando se celebró el juicio en 1996, la Audiencia de Valencia se vio en la obligación de absolverlo al igual que a uno de los presuntos cabecillas de la organización.

El cuerpo sin vida de Vicente Soler fue hallado en el salón de su casa, en el séptimo piso del número 164 de la avenida de Peris y Valero, después de que un vecino diese la alerta porque le caía agua desde el piso superior, el de Vicente, que no daba señales de vida desde al menos el día anterior. El hombre incluso alertó al administrador de la finca y al presidente de la comunidad de vecinos, que acabaron cortando el agua a primera hora de ayer, al no localizar al dueño de la vivienda de la puerta 14, de la que procedía la fuga.

Al parecer, inicialmente consideraron la posibilidad de que Vicente se hubiese ausentado de su casa unos días, pero, al no poder acceder a su casa para detener la fuga y ante la acuciante necesidad de agua corriente del resto del vecindario, decidieron llamar a un cerrajero. Antes, habían tratado de acceder infructuosamente a través de una ventana.

Fue entonces, al entrar en la casa, cuando se dieron cuenta de que estaba totalmente revuelta. En el salón, semioculto, vieron el cadáver desnudo de un hombre, por lo que, asustados, salieron de la vivienda y llamaron inmediatamente al 091, el servicio de emergencias de la Policía Nacional, que desplazó dos coches patrulla al lugar.

Cerca de las seis y media de la tarde, los agentes accedieron al interior de la vivienda y encontraron a Vicente tendido en el suelo del salón, caído debajo de la mesa, maniatado, con la bolsa de plástico atada en torno al cuello, sobre un charco de sangre.

Ante la evidencia de que se trataba de una muerte violenta, los agentes aseguraron el lugar y pidieron a todo el mundo que se mantuviera en el exterior de la casa para evitar la contaminación la escena del crimen, al tiempo que alertaban a su sala de control para solicitar la presencia del grupo de Homicidios, del de inspecciones oculares de la Policía Científica y de la comisión judicial.

Según ha podido saber Levante-EMV de fuentes vecinales, la casa estaba completamente revuelta, por lo que el grupo de Homicidios deberá dirimir ahora si realmente Vicente fue víctima de un ladrón o si, por el contrario, el autor del homicidio simuló un escenario compatible con un robo para despistar a la policía.

Otra de las hipótesis es que el fallecido quedase con alguien y que esa persona, durante la cita, decidió matar y robar al septuagenario, cuyo teléfono móvil aún aparece en internet como médico reumatólogo, con consulta en su domicilio.