El Seat Ibiza rojo de Ana María Enjamio, un turismo que había adquirido recientemente, permaneció durante estos últimos días aparcado ante el edificio de la avenida de Madrid donde la fallecida vivía desde hacía un tiempo con unas amigas. Vecinos de la zona relataron que ayer mismo por la mañana una grúa lo fue a retirar y que hubo presencia policial. En ese mismo vehículo, según trasciende ahora, la Policía Nacional ya había realizado un hallazgo que no pasó por alto. Una de las ruedas del mismo estaba pinchada y, por las características del agujero, todo apunta a que éste se realizó con un punzón, según fuentes próximas al caso.

Las mismas fuentes apuntan a que la principal hipótesis es que el pinchazo fue realizado a propósito y de forma previa al crimen, por lo que no descartan que el supuesto agresor fuese el mismo que realizó estos daños en el turismo. Ana María acudió aquella noche a la cena navideña de empresa y volvió a casa con unas compañeras tras rechazar hacerlo en el coche del ahora detenido.