Inviable y fuera de lugar. Así calificó ayer la defensa de Sinaí Giménez el auto de libertad provisional bajo fianza dictado por la Audiencia de Pontevedra. La cuantía de 100.000 euros fijada en ese auto hace que "la situación legal cambie de nombre pero siga todo igual", aseguran los letrados, que afirman que la familia de Sinaí Giménez no está en condiciones de reunir esa suma para que abandone la cárcel de Villabona, en Asturias. Ayer mismo también se dio a conocer la resolución sobre el recurso presentado por otro de los hermanos de Sinaí, Juan Paulo, y cuyo contenido es idéntico: posibilidad de acceder a la libertad provisional bajo el previo depósito de una fianza de 100.000 euros, retirada del pasaporte, comparecencias semanales en el cuartel de la Guardia Civil y la prohibición de acercarse a menos de un kilómetro los mercadillos de Cangas, Moaña, Redondela, Sabarís, Pontevedra, Porriño, Tui, Ponteareas, Barro y Vigo. Aún queda por resolver el recurso presentado por el otro hermano que también permanece en prisión, Saúl Giménez.

Por el lado de las defensas de los llamados zamoranos y de los testigos de la operación Vida la posible puesta en libertad provisional bajo fianza de Sinaí Giménez ha sentado como un jarro de agua fría. Uno de los letrados que representa a los testigos protegidos que declararon sobre la presunta organización que constituían Los Morones considera que hay "un riesgo elevadísimo por la conducta de esta gente".