Penas de entre 4 y 8 años para miembros del clan Larralde por tráfico drogas

Cinco kilos y medio de cocaína se encontraron en los vehículos de los detenidos tras perseguirles desde Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) hasta su casa en Camponaraya (León) con una cargamento que traían a la comarca del Bierzo destinado a la venta al menudeo.

Paulino Larralde Fuentes ha sido condenado a una pena de ocho años y seis meses de prisión, y a los delitos de tráfico de drogas y contra la salud pública se suma el de reincidencia.

Su hijo, Paulino Larralde Ucera, y su sobrina María del Camino Larralde han sido condenados como autores del delito de tráfico a siete años de prisión cada uno de ellos.

Los tres miembros del clan de los Larralde deberán hacer frente además a multas que ascienden a 7,7 millones de euros.

El cuarto acusado, David Juárez, ha sido condenado a cuatro años como cómplice de un delito de y tráfico de drogas.

Durante el juicio, Camino Larrade reconoció los hechos y explicó que fue a Vilagarcía de Arousa (Galicia) a buscar la droga, cinco kilos y medio de cocaína, que posteriormente se hallaron en su coche en el momento de la detención el 25 de septiembre de 2015.

Dijo que hizo el viaje acompañada por el cuarto acusado, porque "no quería ir sola", pero insistió en que los otros dos implicados de su familia desconocían los hechos y que eran "inocentes".

Los otros dos acusados del clan Larralde reconocieron que estuvieron en Galicia en esa fecha, pero no en Vilagarcía de Arousa, la localidad de la que salió la droga que se halló en el coche de la tercera acusada, sino en Cambados.

Declararon que fueron allí en un viaje familiar y que coincidieron con la acusada, sobrina y prima de ambos, respectivamente, porque mantenía una relación sentimental secreta con uno de ellos.

Por último, el cuarto acusado reconoció haber acompañado a la mujer en el viaje, aunque lo hizo bajo los efectos de las drogas que consumía con asiduidad hasta su ingreso en prisión en el momento de la detención.

Según la fiscalía, los acusados habían planeado un viaje a Vilanova de Arousa el día 25 de septiembre de 2015 para adquirir droga que iban a transportar a la localidad berciana de Camponaraya.

Dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía apreciaron en un bar de carretera de Galicia, conocido como área de reunión de actividades delictivas, que los dos primeros acusados estacionaban el coche en actitud de espera hasta que llegó el segundo vehículo en el que viajaban la acusada y su acompañante y que transportaba la droga.

Sin embargo, los acusados dijeron que se encontraron allí para tomar café como uno de los contactos que realizaban habitualmente dentro de su relación sentimental.

Los agentes decidieron seguirlos y en un dispositivo que se montó en Camponaraya (León) se detuvo a la joven y a su acompañante, que llevaban ocho envoltorios con un total de cinco kilos y medio de cocaína que en el mercado hubieran tenido un valor de 784.000 euros, según el fiscal.

Más tarde, se detuvo también a los otros dos acusados, que han relatado que en el momento de la detención trataron de huir porque, explicaron, hace poco mataron a un familiar suyo, y desde entonces están "amenazados".

Señalaron que al no ver a los agentes vestidos con el uniforme oficial, temieron por sus vidas y trataron de escapar, aunque finalmente fueron detenidos.

El fiscal pidió nueve años de prisión para el primero de los acusados Paulino Larralde padre, al que consideró el principal responsable de la operación, así como una multa de dos millones y medio de euros, y siete años y medio de cárcel y un millón y medio de euros para los otros tres implicados.

Paulino Larrade padre, de 57 años, suma 25 detenciones por tráfico de drogas, armas y atentados contra agentes de la autoridad, mientras que su hijo ha sido detenido en 13 ocasiones por tráfico de drogas y violencia.