La Guardia Civil sospecha que el grupo que atracó el sábado por la noche a tres hermanas ancianas en su casa de la aldea de Güín (Bande), por un botín de solo 200 euros, es el mismo que robó con violencia en la vivienda de un matrimonio de mayores en la parroquia de Rial (Allariz) a mediados de enero, cuando fue asaltado a golpes un tratante de ganado por un beneficio de 3.500 euros y una escopeta.

Un segundo caso similar en pocas semanas, sumado a una tentativa en Taboadela hace unos día, de nuevo por parte de encapuchados, remarca la preocupación en el rural por un fenómeno delictivo que causa alarma y apunta a un grupo en plena actividad en Ourense. Alcaldes de varios concellos muestran su preocupación, reclaman más vigilancia y dirigen los recursos municipales a su alcance, como la ayuda o domicilio o el servicio de Protección Civil, a prevenir a los vecinos y detectar aquellos residentes y casas aisladas más vulnerables. La Subdelegación del Gobierno se confiesa "preocupada" pero asegura que existe una "dedicación exhaustiva" para resolver los recientes atracos, entre los que no descarta conexión.

En la provincia de Ourense el 30% de los habitantes tiene más de 65 años (más de 96.000 según el último padrón). Unos 31.100 residentes viven solos, de los que 18.750 están en edad de jubilación. A la despoblación y envejecimiento se añade otro factor: la dispersión de casas y el alto número de núcleos de población (más de 2.600 aldeas en toda la provincia).

"Hay preocupación y miedo. Durante la semana en las aldeas mayoritariamente solo queda gente mayor, una población especialmente vulnerable", afirma Plácido Álvarez, alcalde de Muiños y portavoz del gobierno en la Diputación.