Una mujer de 75 años, de iniciales C.P.N., fue atada, amordazada y presuntamente agredida sexualmente tras el asalto que una o varias personas -en un extremo que la investigación todavía no ha podido esclarecer- realizaron a su vivienda de Bueu (Pontevedra). Los hechos se produjeron pasadas las once de la noche del viernes cuando los asaltantes accedieron a la casa a través de una puerta de cristal situada en la parte trasera del inmueble y sorprendieron a la mujer.

Una vez dentro, la víctima fue atada de pies y manos y amordazada, y, según todos los indicios, abusaron sexualmente de ella. Incluso, por lo que la mujer recuerda, sus asaltantes abrieron una botella de vino y la vaciaron encima de ella. Antes de abandonar la casa, y tal y como relató algún vecino, le quitaron el móvil para que no pudiese pedir auxilio. La septuagenaria consiguió desembarazarse de sus ataduras alrededor de las 03.30 de la madrugada y acudió a una vivienda cercana a solicitar ayuda a sus vecinos vestida con el camisón, una bata y una chaqueta. Una vez allí, se dio aviso a Guardia Civil y 061, que se personaron de inmediato en el lugar de los hechos. La mujer recibió las primeras atenciones y luego fue trasladada al Hospital Montecelo de Pontevedra para ser examinada. Regresó poco antes de la una de la tarde y tras recoger algunas cosas se trasladó al piso que su hermano tiene en el centro de Bueu.

Paralelamente efectivos de la Policía Judicial procedieron a inspeccionar la vivienda en busca de indicios que puedan llevar a la detención del culpable o culpables. Inicialmente la investigación descarta el móvil del robo. El ataque se produce días después del sufrido por otra mujer de avanzada edad en Mos. Aunque todavía no hay datos suficientes como para relacionar ambos casos, es una hipótesis que se investigará.

La víctima del suceso estuvo casada con un ciudadano alemán, pero enviudó hace algo más de un año. Habitualmente reside en Alemania, en donde también viven sus hijos, pero pasa temporadas en Bueu, en su casa de A Portela, en la que estaba realizando obras y donde reside sola, una circunstancia que aprovecharon sus asaltantes. La casa no está completamente aislada, sino dentro de un pequeño núcleo de varias viviendas en un margen de apenas un centenar de metros. Sin embargo, el inmueble no está al mismo nivel de la carretera que une el Alto da Portela con el polígono de Castiñeiras.