El informe médico realizado a la mujer de 75 años asaltada en su casa de A Portela (Bueu) entre la noche del viernes y la madrugada del sábado confirma que fue violada. La tesis del móvil sexual, amparada por el relato de la septuagenaria y por la falta de indicios de que se pudiese tratar de un robo, queda ratificada en una investigación que la Guardia Civil tiene en marcha y en la que por el momento no descarta ninguna de las líneas de trabajo que están abiertas. Entre ellas se analiza la posibilidad de alguna conexión con la otra agresión sexual a otra mujer de avanzada edad que se produjo el pasado jueves en Mos. Asimismo, la principal tesis con la que se está trabajando es que el ataque haya sido cometido por una única persona.

Mientras, la víctima de este suceso descansa en casa de su hermano y trata de recuperarse tanto física como anímicamente de la agresión sufrida en su propia vivienda. La idea es que pase al menos unos días con sus familiares antes de plantearse el regreso a su casa, en donde vive en solitario cuando está en Bueu desde el fallecimiento de su marido, ciudadano alemán, hace ya algo más de un año. El resto del tiempo lo pasa en Alemania, ya que es allí donde viven sus hijos.

El asalto a esta casa se produjo alrededor de las 11 de la noche de este pasado viernes. Una persona accedió al interior del inmueble desde la parte trasera del mismo, rompiendo una puerta de cristal. Una vez dentro sorprendió a la septuagenaria, atándola a la cama y amordazándola para abusar sexualmente de ella. Incluso en un momento, según relató la víctima a sus vecinos, abrió una botella de vino y le vertió parte de su contenido encima.

Auxilio

Una vez el asaltante abandonó el lugar la septuagenaria consiguió liberarse de sus ataduras sobre las 03.30 de la madrugada del sábado y salió de casa para pedir auxilio a sus vecinos, ya que quien asaltó su casa se llevó consigo el móvil para impedir que pidiese ayuda. Los primeros en socorrerla fueron el matrimonio formado por José García y Carmen Novas, que inicialmente no la reconocieron al llevar puesta aún la mordaza. Cuando pasó a su casa, relató lo que le había ocurrido aunque con lagunas por el shock sufrido y se dio aviso a la Guardia Civil y al 061. Fue trasladada al Hospital de Montecelo para ser examinada y sobre las 13 horas volvió a casa.