El septuagenario Francisco B.G. se enfrenta a una posible condena de 14 años y medio de cárcel. Está acusado de violar durante años a una convecina con una discapacidad intelectual del 66%, que tiene un retraso mental de leve a moderado y un deterioro cognitivo grave. Presuntamente, la sometió bajo presiones psicológicas y golpes para mantener relaciones sexuales no consentidas. El imputado negó todo ayer en el juicio. En su derecho a la última palabra, culpó a la hermana de la víctima de instigar la denuncia. La Fiscalía y la acusación particular mantuvieron su solicitud de condena tras la celebración del juicio a puerta cerrada. Según las fuentes consultadas, los forenses consideran creíble la versión de la víctima. Hace casi tres décadas ya había denunciado al presunto agresor por lo mismo, pero aquel caso quedó archivado por falta de testigos.

En la vista oral celebrada ayer comparecieron en esa calidad asistentas, familiares y vecinos. La defensa, que solicita la libre absolución, sostiene que incurrieron en contradicciones. Tampoco considera consistente la versión de la víctima, que declaró por videoconferencia para no verse con su presunto agresor. El abogado del presunto violador dice que el estado mental de la mujer es compatible con fabulaciones.

Según la versión de las acusaciones, el criterio de los forenses es considerar "poco probable" que la víctima pudiera mentir, calificando de "muy consistente" su relato. En opinión de los expertos, por su estado psíquico resultaría difícil que la mujer lograra mantener en el tiempo una fabulación.