La operación no se daba por cerrada y se dejaba la puerta abierta a nuevas detenciones. Hubo que esperar casi un mes, pero estos arrestos acaban de producirse. La Policía Nacional ha detenido a tres gallegos en el marco del dispositivo del Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo que permitió desmantelar un peligroso cártel colombiano, el de Los Boyacos, que pretendía asentarse en Galicia y Madrid para distribuir cocaína por toda España e incluso a otros puntos de Europa. Si en la primera fase del operativo se producían 24 detenciones y la incautación de 2.435 kilos de droga, ahora, en la segunda, cayeron tres gallegos y se llevaron a cabo registros en la comarca arousana: en Vilagarcía, Cambados, Vilanova y Ribadumia. Supuestamente, estos nuevos apresados iban a comprar grandes cantidades de estupefaciente a la red colombiana para después revenderla. Lo que no trascendió es si el negocio llegó a buen puerto o se frustró debido al operativo policial en el que se aprehendieron las más de dos toneladas de cocaína.

Entre los 24 detenidos hace un mes -de los cuales 16 ingresaron en prisión preventiva, entre ellos los presuntos cabecillas del cártel que se habían trasladado a España, Julio Peñaranda Torres, El Loco, y Ronal Alfredo Roa Aguirre, El Mono- no había ninguno originario de Galicia. La mayoría son colombianos y los españoles, todos ellos con un papel secundario, eran de otros puntos del país, como Toledo, Guadalajara y Guipúzcoa. Por ello, uno de las claves de esta segunda fase de la operación que dirige en magistrada Juan Carlos Carballal es que se dio con la rama gallega.

El cártel colombiano era el dueño de la cocaína y una de las claves que explicaba la importancia del operativo, según destacaron mandos policiales en rueda de prensa, era que fueron los propios propietarios de la droga los que se trasladaron a España -con Vigo, Santiago y Madrid como lugares centrales para ellos- para gestionar ellos desde aquí la recepción y posterior distribución del estupefaciente. Los detenidos ahora no pertenecerían a esta organización principal, sino que habrían tenido tratos con ellos para comprar cocaína al por mayor para después a su vez traficar con ella.

Como ocurrió con los primeros detenidos, en el caso de estos tres últimos los apresamientos los realizaron agentes del grupo Greco de la Policía Nacional. Los arrestados pasarán mañana viernes a disposición judicial del juzgado vigués que dirige las pesquisas, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Los registros, mientras tanto, se realizaron en Vilagarcía, Cambados, Vilanova y, sobre todo, Ribadumia. En este último municipio, concretamente en la zona de Barrantes, se desplegaba ayer un espectacular despliegue en el callejón Loureiro, en el que desembarcaron una veintena de policías de paisano y uniformados que llegaron a blindar la calle, controlando el paso de todo el mundo. Entre ellos se encontraba un detenido, que podría ser un conocido empresario del municipio, que estuvo presente en el registro de una de las viviendas en ese punto. La inspección se prolongó durante unas dos horas, mientras los vecinos asistían estupefactos al despliegue policial en esta zona residencial.

Con estas últimas actuaciones, se elevan a 27 los arrestos practicados. Según la información oficial facilitada en su momento, la red colombiana que pretendía asentarse en Galicia contacta con grupos locales de traficantes para la infraestructura de transporte, almacenamiento y distribución: en Madrid, Barcelona, Guipúzcoa y también en Galicia. El operativo, que se bautizó con el nombre de Terrón Dulce, explotó a finales de febrero tras meses de investigaciones al detectarse que los narcos colombianos fueron a Vigo -donde al menos tenían un piso- y Santiago para hacerse cargo de la droga.