El acusado de matar a una camarera en Ferrol, en abril de 2016, declaró ayer no saber por qué la apuñaló argumentando que tenía "lagunas" sobre lo sucedido. No obstante, sí alegó que había bebido "bastante" ese día y que solía consumir alcohol "habitualmente". Antes del inicio del juicio en la Audiencia Provincial de A Coruña, la familia de Marta Sequeiro aseguró que la víctima tuvo una "muerte brutal", al tiempo que exigió un cambio en la calificación del escrito del fiscal, que tildaron de "burla". En concreto, piden que califiquen los hechos como asesinato.

Tras la constitución del jurado, el juicio arrancó con la declaración del procesado, al que se acusa de propinar 64 puñaladas a la mujer, de 43 años, en el local donde la víctima trabajaba. El procesado declaró que era ludópata y que, durante un tiempo, tomó medicamentos por un problema que tenía tras haber sufrido un golpe. Sobre los hechos, dijo que no recordaba lo sucedido y que, cuando se dio cuenta, estaba en comisaría. "No sé el motivo, no recuerdo", manifestó ante las preguntas sobre el día de la muerte de la camarera ferrolana.

Junto a 15 años de prisión por delito de homicidio, el Ministerio Público pide una indemnización de 200.000 euros para el hijo de la víctima. La acusación particular eleva la solicitud a 25 años de prisión por asesinato con alevosía y ensañamiento.

Según la Fiscalía, el acusado Víctor T.N., fue la tarde del 24 de abril del año pasado, a las 17.00 horas, al bar donde trabajaba la víctima permaneciendo unas tres horas consumiendo alcohol. A las 21.00 horas, abandonó el local para ir a otra zona de bares, donde estuvo el resto de la tarde. Más tarde volvió al bar y jugó a la máquina tragaperras continuando con consumo de copas de ginebra hasta las cinco de la madrugada. El Ministerio fiscal sostiene que en un momento dado cogió un cuchillo en la barra y, sin que conste el motivo, asestó múltiples puñaladas a la mujer: 10 en su cabeza, 21 en cara y cuello, 19 en espalda, 13 en extremidades superiores y una en el tórax.