Dieciséis años de prisión y una indemnización de 10.000 euros. Este es la pena a la que ha sido condenado Rafael Costa Bermúdez por intentar robar, matar y después quemar a su vecino de 92 años Manuel Burés Otero, más conocido como Nelo do Rato en su vivienda del municipio pontevedrés de Valga. Los magistrados de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra consideran al acusado culpable de los delitos de homicidio y robo con violencia en casa habitada en grado de tentativa. A las penas les aplican las agravantes de reincidencia y abuso de autoridad y la atenuante analógica de drogadicción, ya que en el momento de los hechos sufría dependencia a la cocaína y opiáceos.

El fallo sostiene la "intencionalidad" de Costa de terminar con la vida del nonagenario siendo relevante "el número de golpes propinados a la víctima de tan avanzada edad". Las pruebas recogidas del escenario del crimen, la propia vivienda del fallecido y un cobertizo anexo a la misma donde fue hallado el cadáver, "no suscitan al Tribunal duda alguna de la participación en los hechos del acusado". Con estas pruebas, los magistrados se refieren a las huellas de calzado localizadas en la casa de Manuel Burés y a los restos de un guante de látex. El análisis de las marcas de las pisadas "indican un recorrido del acusado dirigido precisamente a la caja fuerte y dormitorio de la víctima, en donde presumiblemente se hallaría el dinero que sería buscado". La sentencia reza que estas pericias son indicativos de que "el autor conocía el lugar donde se encontraban" además de presentar las huellas localizadas en el salón y dormitorio "la misma morfología, diseño y similares dimensiones a las cedidas por el acusado".

En relación a los guantes azules de látex junto al cuerpo del finado, son "coincidentes" con los contenidos en una caja hallada en el domicilio del acusado, quien negó durante el acto de la vista oral celebrada hace un mes "haber entrado en la vivienda y haber tenido ningún contacto con la víctima", declaración que para los presidentes de la sala "carece de consistencia y en aspectos concretos se contradice con la prueba practicada". Otro de los aspectos tomados en cuenta fue la declaración de un testigo vecino del condenado, que aseguró que desde su casa "vio una bicicleta igual que la que aporta como pieza de convicción la Guardia Civil".

Los presidentes de la Sección Cuarta de la Audiencia sostienen como hechos probados que Costa "se dirigió a casa de su vecino con la intención de obtener dinero que sabía que tenía en la vivienda". En el transcurso de los hechos, solo o acompañado, se encontró con Manuel Burés y "con la intención de menoscabar su integridad física, le propinó fuertes golpes en la cabeza" y a continuación, con la intención de "acabar con su vida, le estranguló". Pocas horas después, regresó a la vivienda y en la parte trasera de la misma le arrojó el contenido de una garrafa de gasolina y le prendió fuego".