"Si bien existen indicios de la desaparición no voluntaria de Diana Quer López, pudiendo haber tenido lugar ilícitos graves frente a ella, no existen motivos suficientes para acusar a persona alguna como autor, cómplice o encubridor de los hechos". Esta fue la razón que esgrimió el magistrado del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ribeira para proceder al archivo provisional del caso de la desaparición de la joven madrileña de 18 años, Diana Quer.

El auto judicial fue notificado ayer a las partes y en él también se acuerda el levantamiento del secreto que pesaba sobre las actuaciones practicadas hasta el momento al entender que esta medida no entorpecerá ni interferirá a la investigación. Esta decisión ha pillado totalmente por sorpresa a los padres de la joven, quienes fueron citados con urgencia por parte del juez instructor en la mañana de ayer para comunicarles la emisión del auto. Y su reacción no se hizo de esperar. "Es una muy triste noticia para mi, para mi familia, para mi hija, que creo que en modo alguno va a facilitar el desarrollo de los trabajos de investigación. Solamente manifestarles que, como padre y como ciudadano, apelo a la responsabilidad del ministro del Interior y de Justicia para que los responsables de este acto comparezcan ante la justicia y paguen lo que deban de pagar", manifestó a los medios con la voz entrecortada el padre de la desaparecida, Juan Carlos Quer. Su madre, Diana López-Pinel, quien rehuso hacer declaraciones al término de su reunión con el magistrado, mostró al inicio de la comparecencia su oposición a la decisión judicial de levantar el secreto de sumario al apuntar que "no beneficia a nadie".

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ribeira explicó en su auto que la prolongación del secreto de las actuaciones se argumentó en la "protección a las partes de una justicia substraída al control público y evitar interferencias que pongan en riesgo la averiguación de la verdad de los hechos". Sin embargo, y a tenor de las últimas pericias practicadas y recabadas, en concreto las grabaciones orales ya aportadas a la causa, el magistrado entiende que su conocimiento por parte de los padres de Diana y sus defensas no causarán "perjuicio" al proseguir de las pesquisas policiales, que sí continúan abiertas. ¿Y qué ocurre con las pruebas y datos obtenidos del terminal de Diana Quer? Según se extraer del auto judicial, el análisis de la gran cantidad de datos de tratamiento telefónico todavía está a a espera de que llegue al juzgado, a pesar de que transcurrieron ya más de cuatro meses desde que un mariscador hallase bajo el puente de Taragoña el Iphone 6 de color blanco propiedad de la joven.

Fueron varias las personas a las que se le tomó declaración sobre la desaparición de la madrileña la noche del 22 de agosto en 2016 tras acudir, como tantos otros jóvenes de la comarca, a las fiestas de la Virxe do Carme dos Pincheitos, en Ribeira. Sin embargo, los resultados de las mismas no ofrecieron los datos esperados: "Se encuentran varias líneas de investigación sin que en ninguna de ellas conste la existencia de indicios superiores a la mera sospecha frente a determinadas personas", reza el auto. El magistrado sí ve indicios de una desaparición no voluntaria pero no existen "indicios de criminalidad sobre las personas policialmente sospechosas".

"Diana no se va a rendir"

Joaquín Amils, presidente de la asociación SOS Desaparecidos, quien junto con agentes de la UCO y la Policía Nacional, también ha colaborado en la búsqueda de la joven revela que esta medida ha supuesto una sorpresa tanto para él como, en especial, para la madre de Diana. "Lo lógico hubiera sido esperar y prorrogar el secreto. Esta decisión ni beneficia ni satisface a nadie. La Guardia Civil estaba trabajando en muchas pesquisas que ahora podrían irse al garete", lamenta Amils, quien asegura que la defensa de la madre de la joven madrileña solicitará nuevas diligencias. "Diana López-Pinal no se va a rendir, va a luchar y a va pelear para dar con Dianita, como ella la llama. Sabe que puede contar siempre con nosotros", añadía. Su abogado, Pedro Víctor de Bernardo secundaba sus palabras afirmando que la progenitora se encontraba "mal" y lamentaba el levantamiento del secreto.