La investigación sobre el paradero de María Belén Rodríguez Estévez, la ourensana de 57 años desaparecida desde el 7 de abril ha dado un giro al ser identificado como suyo un bolso que llevaba más de un mes en la oficina de objetos perdidos que gestiona la Policía Local de Ourense. Dentro había una carterita con su DNI y tarjetas de crédito a su nombre. Sin embargo, el bolso no fue entregado a la Policía Nacional, que lleva la investigación, hasta este miércoles 10 de mayo, cuando habían pasado 33 días desde su desaparición y 21 desde que la familia presentó denuncia. Esta nueva pista mantiene todas las hipótesis abiertas, aunque la posibilidad de que Belén se hubiese ido de forma voluntaria pierde fuerza. Tras su desaparición, había trascendió que esta mujer estaba vinculada a un grupo sectario -no destructivo- que preconiza el fin del mundo.

El bolso lo encontró una señora el 8 de abril, un día después de la desaparición, en una fuente en el cementerio de As Caldas. La mujer se lo entregó al vigilante que, a su vez, lo depositó en la oficina de objetos perdidos de la Policía Local. No obstante, los investigadores creen que hay una primera persona que lo encuentra y lo coloca en la fuente, como punto visible, para que pueda ser localizado por su dueña. Esta pista sitúa a María Belén en el entorno de As Caldas y abre una inquietante hipótesis, ya que casualmente, el día después de desaparecer, en las inmediaciones del cementerio fueron derribadas tres edificaciones viejas. Es una más entre las diferentes vías estudiadas por la Policía Nacional, que ha iniciado gestiones ante el Concello para revisar el material que fue retirado del solar, ya que en la zona, analizada tras la identificación del bolso, no se halló ningún rastro.

Vecinos del entorno manifestaron ayer que durante los trabajos de demolición las personas que habían ocupado las infraviviendas hasta ese momento estuvieron presentes revisando y retirando material que pudiese ser aprovechable, por lo que parece poco probable que la mujer pudiese estar ahí en ese momento. La Policía también señala que durante las labores de búsqueda tras la desaparición examinaron la zona sin éxito, pero con este nuevo giro volverán a hacerlo de forma concienzuda.

Estado mental delicado

Cabe recordar que los testimonios de las últimas personas que vieron a esta mujer con vida el 7 de abril determinaron que su estado mental era delicado, de supuesta enajenación. Varios testigos que tuvieron contacto con ella esos días declararon que les había dicho que llevaba varios días sin comer "porque sería su perdición" y que no podía ir a su casa. Trascendió también que estaba vinculada a un grupo sectario -no destructivo- que preconiza el fin del mundo.

En todo este tiempo no se ha sabido nada de ella, salvo una pista que resultó poco creíble, como después fue verificado, que la situaba en Miranda de Ebro, Burgos, supuestamente "predicando el fin del mundo".

La Comisaría de Ourense hizo pública ayer la localización del bolso con la esperanza de poder fijar el "punto cero" de búsqueda y determinar qué fue lo que ocurrió. La Policía Nacional pide la colaboración ciudadana.