Cuando fue interceptado sus síntomas de embriaguez eran más que evidentes y estaba totalmente desorientado. De hecho, arrojó una tasa de alcoholemia récord, la más alta detectada en los últimos años en Galicia, ya que superaba once veces la máxima permitida para el tipo de vehículo que manejaba. Estos datos se refieren a J.J.O.C., un camionero de Redondela de 44 años interceptado por la Guardia Civil de Tráfico cuando iba al volante de un vehículo articulado por la A-52, a la altura de la localidad pontevedresa de Ponteareas, con intención de viajar hasta Francia. Al realizársele la prueba de alcoholemia, arrojó un resultado de 1,69 y 1,63 mg/litro, que se encuentra muy por encima del límite de 0,15 fijado para los chóferes profesionales. Una tasa que, según describe el Instituto Armado, está muy cerca del coma etílico y supone "un grave peligro" en la carretera. Ante esta situación, los agentes le atribuyen la presunta comisión de un delito contra la seguridad vial.

Ocurrió a media tarde del martes. Tras recibirse a las 18.00 horas una llamada telefónica en la que se advertía de la conducción errática del chófer de una camión articulado que circulaba por la A-52 a la altura de Ponteareas, el Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Porriño avisó a las patrullas que estaban por esa zona, que interceptaron al camionero a la altura del kilómetro 292 de la citada autovía.

Según la información oficial facilitada, los agentes ya percibieron desde un primer momento que este redondelano presentaba "evidentes síntomas externos de embriaguez". La prueba de alcoholemia arrojó un resultado récord: 1,69 y 1,63. Once veces más de lo máximo permitido: si para los conductores en general ese límite está fijado en 0,25, para los profesionales, al igual que para los noveles, la tasa es de 0,15.

El chófer tenía previsto viajar solo hasta Francia según la memoria de viaje. El camión fue inmovilizado. El conductor estaba "totalmente desorientado", por lo que fue trasladado a las dependencias del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra, donde fue recogido por su familia, localizada a través del teléfono móvil del hombre.

El Instituto Armado describe que la tasa de alcohol que arrojó este redondelano está cerca del coma etílico y de una progresiva inconsciencia, "afectando gravemente a la toma de decisiones, con un comportamiento titubeante e impredecible, lo que supone un grave peligro" en la carretera. El delito por el que se le investiga está castigado con entre tres y seis meses de prisión, multa o trabajos en beneficio de la comunidad, además de la privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.