Los heridos en el incendio ocurrido el pasado sábado en el barrio bilbaíno de Zorroza mejoran, aunque dos siguen muy graves, mientras la investigación del suceso tardará por las dificultades de acceso al edificio, colapsado por dentro, según han informado a Efe fuentes policiales. Cuatro personas murieron a causa del incendio, un joven matrimonio y sus dos hijos. El fuego está completamente sofocado, pero los bomberos permanecen alerta para evitar que se reavive.

Mientras, los ertzainas vigilan que nadie se acerque y entre en el edificio, que está derrumbado por dentro. El colapso de la casa quemada, de dos alturas y buhardilla y estructura de madera, es lo que va retrasar la investigación sobre el origen del incendio, al dificultar el acceso de la unidad de policía científica.

Todo apunta a que el incendio se originó en la buhardilla, donde dormía la familia fallecida. También va a dificultar la investigación y la identificación oficial el estado parcialmente carbonizado de los cuerpos de los fallecidos.