Huyó durante más de 170 kilómetros con dos tiros en el cuerpo de la Policía Judiciaria portuguesa y cuando ya no pudo más acabó pidiendo ayuda en el hospital de Montecelo, en donde se inventó que había sido víctima de un atraco para intentar que las fuerzas del orden no le echasen el guante. Pero no logró su objetivo, dado que agentes de la Policía Nacional de Pontevedra detuvieron en este centro hospitalario de la ciudad del Lérez a un hombre de 30 años de edad, vecino de Portugal, con múltiples antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio.

Los dos últimos delitos que se le atribuyen son dos robos con intimidación por los que era perseguido por la policía lusa, uno de ellos en un café de Vila do Conde en Portugal y el otro, un robo cometido con violencia e intimidación en un área de servicio de una gasolinera en la localidad de Seide. En el transcurso de este último asalto, que cometió junto con otros seis individuos, se produjo un tiroteo con la Policía Judiciaria portuguesa en el que este fugitivo resultó herido con dos impactos de bala.

Se escapó a Galicia

A pesar de sus heridas, este individuo emprendió la huida y logró escapar de las fuerzas de seguridad lusas. Tras una fuga de 35 kilómetros entre Seide y Famaliçao despistó a los policías portugueses y huyó hacia Galicia, llegando hasta la ciudad de Pontevedra para pedir ayuda al Hospital de Montecelo en donde ingresó con dos heridas de bala a través del servicio de Urgencias. Ante lo anormal de la situación, el personal médico dio parte a la Policía Nacional de la llegada de este paciente y desde la Comisaría se envió a una patrulla al centro sanitario. Cuando los agentes fueron a tomarle declaración éste les contó que había sido víctima de un robo con intimidación en las calles de Pontevedra cuando paseaba con su mujer, su bebé y su suegro.

Los agentes realizaron las investigaciones pertinentes y comprobaron que le constaban múltiples antecedentes policiales por delitos violentos en Portugal y que además era uno de los presuntos autores de los hechos ocurridos en la madrugada del día 26 al 27 en el área de servicio de la autopista A-7.

La policía Judiciaria confirmó que la persona hospitalizada formaba parte de un grupo criminal que había atracado un área de servicio y al huir y ser detectados por la policía comenzó un tiroteo en el que resultaron detenidos tres de ellos.

Por todo ello los agentes de la Policía Nacional solicitaron a las Autoridades Portuguesas que emitieran la correspondiente Orden Europea de Detención y Entrega a través de la Oficina Sirene.

El 30 de mayo y tras ser dado de alta fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial quien decretó su ingreso en la prisión de A Lama a la espera de que el juzgado Central número 5 de la Audiencia Nacional autorice su extradición a Portugal.

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