Una pena de 35 años de cárcel. Esta es la condena que aceptó ayer en la Audiencia Provincial de Pontevedra Henry Carmona M., un vecino de Vigo de 59 años que ayer fue juzgado por retener y maniatar en la vivienda familiar de la ciudad olívica a su exmujer y a su hija, de las que tenía una orden de alejamiento, además de agredirlas sexualmente. También sometió a maltrato a su exesposa y la amenazó con hacer volar el piso haciendo estallar una bombona de butano. Henry Carmona reconoció los hechos tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía que permitió rebajar la petición de condena inicial de 51 años de prisión. No obstante, el acusado solo confesó por completo los hechos tras la declaración de su mujer una vez se había dado comienzo al juicio.