Un voraz incendio registrado la pasada madrugada en una torre de viviendas al oeste de Londres ha dejado al menos 12 muertos y más de 70 heridos, muchos de ellos en estado crítico. El fuego se prolongó durante veinte horas destruyendo por completo el interior y la fachada del imponente inmueble. En este bloque de casas conocido como Torre Grenfell, de una altura de 24 pisos residían cerca de 500 personas, entre ellos al menos dos familias coruñesas afincadas en la capital londinense desde hace décadas que resultaron ilesos.

Las dos familias pudieron escapar a tiempo de la ferocidad de las llamas que se llevaron todos los recuerdos y los bienes materiales, aunque lograron salvar lo más importante: su vida. El matrimonio formado por José Costa, del concello coruñés de Carballo y Dorinda Suárez, de Malpica, residía en el décimo tercer piso de este inmueble y fueron alertados del incendio por unos vecinos. Pese a estar a tanta altura pudieron bajar rápido y salvarse escapando por las escaleras de emergencia. Ellos, a su vez, alertaron por teléfono a los otros gallegos residentes en la torre, José Vieiro, de la parroquia de Lorbé (Oleiros) y su mujer Carmen Sánchez (Sada). Así lo relataba en el programa A Tarde de A Radio Galega el hijo del matrimonio Costa Suárez, Iván Costa, que en el momento del incidente no estaba en casa y tampoco se encontraba en el edifico Vanesa, la hija del otro matrimonio de origen coruñés. El joven acudió al lugar de los hechos tras recibir la llamada de sus padres contándole lo sucedido y ya de camino a encontrarse con ellos pudo hacerse una idea de la magnitud del fuego porque la humareda se divisaba a cuatro kilómetros.

De los 26 años que sus padres llevan residiendo en la capital inglesa, 21 los pasaron en la planta 13 de este edificio, del que no quedó nada. Pero son conscientes de que son "afortunados" por haber salido ilesos y lamentan la situación de otras familias a las que "por falta de comunicación" u otros motivos no les dio tiempo a desalojar la torre y salvarse de las llamas que se originaron en el segundo piso y empezaron a subir hasta la última planta. "Quedaron bastantes familias dentro y si los que veíamos la tragedia desde fuera lo estábamos pasando muy mal no quiero imaginarme la angustia de los que seguían dentro", recuerda Iván Costa. De hecho, además del otro matrimonio coruñés con el que sus padres se pusieron a salvo, el joven de origen coruñés conocía a los residentes en un piso de la planta 21 con los que desde primera hora de la tarde perdió el contacto. Más tarde -afirmó- se enteró de que formaban parte de los heridos y estaban hospitalizados.

A los afectados les dieron la opción de alojarse en un albergue pero las dos familias coruñesas que se quedaron sin casa por el fuego fueron acogidos por unos amigos naturales del concello de Ordes que residen cerca de la Torre Grenfell incendiada. Hacia allí se dirigían a dormir Dorinda Suárez y su marido ayer por la noche después de un día muy "angustioso y agotador", según relataba la mujer a este periódico.

De la familia de Lorbé, el padre José Vieiro recuerda que cuando les avisaron salieron corriendo mientras observaban como el fuego "subía por las cortinas de la casa y reventaba los cristales de la ventana". Allí se quedaban " 41 años de recuerdos" pero lo importante -señala- es que "salimos vivos".

Una suerte muy distinta a estas dos familias coruñesas corrieron muchos de los residenten en este inmueble. Son muchas las personas que siguen desaparecidas y las fuentes oficiales y de emergencias de Londres no descartan que la cifra de fallecidos aumente con el paso de las horas. Otros testigos del suceso describieron escenas de pánico ante un incendio que los bomberos calificaron como "sin precedentes" en Londres "en cuanto a intensidad, velocidad y expansión" de las llamas.

Los vecinos narraron cómo vieron luces de teléfonos móviles y linternas en los pisos superiores, donde podrían haber quedado atrapadas personas que pedían ayuda, mientras que varios adultos lanzaron a niños por las ventanas en un intento de salvarles la vida.

Muchas de las 120 viviendas que albergaba este edificio residencial próximo al popular barrio de Notting Hill son de protección oficial. A pesar del paso de las horas y del trabajo de más de 200 efectivos de varios parques de bomberos, se desconocen las causas que originaron el incendio. "Comentan que quizá una nevera defectuosa en la planta 5 o 6, pero de momento son meras especulaciones", declaraba el tío de Iván Costa, Alberto, quien también reside en Reino Unido y a quien le tocó vivir de cerca el trágico suceso. El hijo del matrimonio Costa Suárez recordaba que el inmueble contaba con alarmas antiincendios que funcionaban bien y que el año pasado había finalizado una remodelación integral iniciada hace dos años, por lo que el edificio estaba "en perfecto estado".

Otros vecinos, sin embargo, declaraban al diario The Guardian que se esperaban "un desastre así" por las obras de restauración. El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, sugirió ayer que los recortes económicos de los últimos años han podido contribuir a que se declarara el incendio.