La policía buscaba desde hacía semanas al violador de cuatro mujeres a las que había abordado a punta de pistola y de noche en las inmediaciones del hospital madrileño de La Paz.

Dos violaciones consumadas y otras dos en grado de tentativa habían sido ya denunciadas. El primer caso se produjo en diciembre; el último, en abril. Probablemente dejó de actuar en la zona cuando el caso saltó a los medios de comunicación y supo que se estrechaba el cerco.

Ayer cayó, por fin. La policía lo había bautizado como el "violador de La Paz", pero la sorpresa surgió cuando se destapó la identidad del presunto delincuente: Pedro Luis Gallego, más conocido como El violador del ascensor, un delincuente sexual y asesino condenado en su día, que se pasó 21 años de cárcel (había sido condenado a 273) y que en 2013 quedó en libertad, beneficiado por la llamada doctrina Parot. En la actualidad tiene 59 años.

Vivía en Segovia, en un piso donde todo hace indicar que pudo forzar a algunas de sus víctimas a las que amordazaba, maniataba, tapaba los ojos e introducía en un coche. Un trayecto relativamente largo y rápido -según testimonios de las mujeres, todas ellas muy jóvenes- que bien podría corresponder a ese Madrid-Segovia, sospecha la policía. Tras violarlas, hacía justamente el mismo trayecto, en plena noche y en las mismas circunstancias, para dejarlas en una zona muy próxima a la que las había asaltado. Pedro Luis Gallego llevaba tiempo viviendo en Segovia donde tiene familia y una novia, que presenció su arresto en plena calle. No opuso resistencia y se mostró tranquilo en todo momento. Sus vecinos se mostraban ayer consternados. Dicen que era un hombre sombrío, obsesionado con las cerraduras de seguridad en la puerta de su domicilio, al que acudía con asiduidad su novia. Los camareros de un bar cercano aseguraron que el ahora detenido acudía a diario al local (estaba en paro) y que nunca había creado problema alguno.

El historial delictivo de Gallego es espeluznante. Había abandonado la cárcel de Alcalá-Meco el 14 de noviembre de 2013, tras pasar entre rejas 21 años por el asesinato de Leticia Lebrato, de 17 años, en Valladolid, y de Marta Obregón, de 19, en Burgos, y por dieciocho agresiones sexuales.

Se trata del cuarto violador múltiple que ha sido detenido en los últimos años en España, por volver a cometer agresiones sexuales, tras haber sido excarcelados por esa polémica doctrina Parot. Todos ellos fueron excarcelados a finales de 2013. Las sentencias del Tribunal Supremo fueron tumbadas en octubre de 2013 por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que posibilitó que más de 60 presos de ETA, otros seis de los Grapo y quince delincuentes con tres o más condenas salieran casi de inmediato de la cárcel al haber extinguido ya su condena.

Uno de los beneficiados fue Félix V. A., el violador del estilete, que actualmente vive en Oviedo. Cuatro meses después de salir de la cárcel tras cumplir 35 años, el violador del estilete fue arrestado por la policía en abril de 2014 por un intento de violación en Lugo.

Prisión permanente revisable

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, defendió ayer la figura de prisión permanente revisable, aprobada en 2015 "para casos tan flagrantes" como el del "violador del ascensor". "No es una cadena perpetua, es simplemente que en las penas más largas, las que derivan de delitos más graves, no sea suficiente el mero transcurso del tiempo para que la persona salga en libertad", explicó ayer Catalá en León.