Si bien la actuación de los efectivos contra incendios está siendo clave para el cerco a las llamas, la colaboración desinteresada de voluntarios, trabajadores sociales y vecinos cobra más relevancia que nunca. Uno de estos ejemplos lo encontramos en Nuno Monterio, un mecánico de Góis que decidió cerrar su taller y ponerse a reparar camiones de bomberos cuando sufrían alguna avería. "Desde que comenzó el fuego el pasado sábado no he parado de hacer salidas, todas para reparar camiones de los bomberos que están apagando el fuego", reconoce el varón. Como él se encuentra Elisabete Pereira, una bombero del distrito de Braga que lleva trabajando en incendios más de una década y que reconoce nunca había visto algo semejante. "Somos muchas las mujeres que estamos como bomberos voluntarios y está claro que cada vez hay más" , señala Pereira.