Un vecino de O Rosal, Carlos Carrera Amil, de 82 años, y su esposa cubana con raíces lucenses, María del Carmen Rebalderia Corder, fueron asesinados en su residencia de Santo Domingo, República Dominicana, donde los cuerpos se hallaron con múltiples heridas de arma blanca.

Los familiares del vecino de O Rosal recibieron la noticia con "pena y sorpresa", tal y como aseguró Víctor Capón Carrera, sobrino de la víctima.

Los cuerpos sin vida del matrimonio fueron encontrados en su residencia por unos familiares próximos, tal y como aseguró Víctor Capón Carrera. Además, el sobrino del vecino de O Rosal también manifestó que sus familiares más próximos "llevaban horas tratando de contactar con ellos y, como no lo conseguían, fueron a su casa y los encontraron muertos".

El octogenario, natural de este municipio del Baixo Miño, emigró a la República Dominicana a los 17 años y allí había vivido desde entonces. En Santo Domingo se dedicó a labores comerciales y, posteriormente, trabajó en una fábrica de zapatos. Carlos Carrera tenía hijos en Madrid, Extremadura y Santo Domingo; y que su esposa, María del Carmen Rabalderia, era su segundo matrimonio.

Sin embargo, este vecino natural de la parroquia de San Miguel de Tabagón, tenía una estrecha relación con sus parientes gallegos. De hecho, Carlos Carrera y María del Carmen Rebalderia, el matrimonio fallecido, había pasado en marzo unos días de vacaciones en la casa familiar de O Rosal, visitando a una hermana y a sus sobrinos.

Por otra parte, la Policía Nacional de República Dominicana aseguró que los presuntos autores del doble homicidio ya están identificados y están siendo perseguidos. Los sospechosos son dos jóvenes de alrededor de veinte años. Uno de ellos es el conserje que trabajaba en la urbanización en la que residía el matrimonio fallecido. La policía dominicana también destacó que el crimen habría sucedido 24 horas antes de que se encontrasen los cadáveres en un escenario que, tal y como aseguró el sobrino de la víctima, "nos dijeron que era dantesco".