Abdelali O., un ciudadano marroquí de 22 años, fue ayer a juicio por un delito contra la salud pública, tras ser interceptado por la Policía Nacional el pasado 13 de diciembre, cuando bajaba de un autobús procedente de Madrid con una maleta que contenía más de 3,5 kilos de hachís. El acusado se conformó ayer con una pena de tres años de prisión y el pago de una multa superior a los 67.000 euros.