Diego Pedrido Abalde, el acusado de matar a su pareja Divina Mendes el 6 de septiembre de 2015 en el piso en el que ella residía, en López de Neira, regresó ayer a los juzgados de Vigo, donde se decretó la prórroga de la prisión preventiva a la espera de que finalice la fase de instrucción y se determine la fecha del juicio, con jurado popular.

El hombre, recluido en la cárcel de A Lama, acudió a la cita aparentemente tranquilo y con gesto cabizbajo, escoltado por dos agentes policiales, una actitud que mantuvo al salir, apenas media hora después. Durante su comparecencia de ayer en el juzgado de Familia, Diego Pedrido, que cuando presuntamente cometió el crimen tenía 31 años, se ratificó en la primera declaración que dio en la comisaría de Policía, a donde acudió para entregarse horas después del crimen. Guiados por su confesión, los agentes acudieron al piso de López de Neira donde se encontraron muerta a la víctima, de 46 años y origen brasileño, en ropa interior sobre un charco de sangre.

Posteriormente el forense indicó que la mujer había muerto estrangulada y a consecuencia de numerosos golpes. Aunque la autopsia no concretó si hubo "sufrimiento excesivo" al desconocer si la víctima quedó inconsciente con alguno de las primeras lesiones, fuentes judiciales precisaron ayer que el informe del forense incluye el ensañamiento al considerar que el estrangulamiento ya pudo provocar la muerte pero que la violencia continuó con patadas en la cabeza de la mujer cuando ésta ya se encontraba en el suelo. La confirmación por parte de Pedrido de la transcripción de su primera declaración es fundamental como prueba ya que por problemas técnicos la grabación de ésta resultaba inaudible.

En la comparecencia de ayer, además de la juez, la fiscal general y los abogados de la defensa y la acusación particular también estuvo presente la abogada del Estado, que se personará en la causa para reclamar al acusado una responsabilidad civil por las ayudas estatales otorgadas a la familia de la víctima tras su muerte.