Al menos 13 personas murieron y 50 resultaron heridas, varios de ellos en estado grave, al caer sobre ellos un enorme roble de 200 años cuando asistían a una ceremonia religiosa al aire libre durante las fiestas de Nuestra Señora del Monte, que tenían lugar en la localidad de Funchal (Madeira). Entre los heridos hay personas de varias nacionalidades, desde alemanes hasta húngaros, además de franceses.

Entre los fallecidos habría dos niñas, una de las cuales murió cuando era conducida por las asistencias médicas al hospital Doctor Nelio Mendonça de la misma ciudad de Funchal. Una mujer también falleció durante su traslado al centro médico.

La tragedia ocurrió al mediodía cuando decenas de fieles celebraban una misa cerca de una fuente ante una imagen de Nuestra Señora del Monte, en el Largo do Monte, un jardín botánico de la parroquia de Monte, a cinco kilómetros de la ciudad lusa. El Consejo de Gobierno cifró en 13 muertos y 50 heridos el balance provisional de víctimas. Entre los fallecidos figuran varios niños, mientras que algunos de los heridos fueron trasladados al hospital en estado grave.

Según explicaron varios testimonios a medios portugueses, el árbol caído llevaba dos años apuntalado después de que su tronco estuviera hueco. Algunos habitantes de la ciudad ya habían advertido hace tiempo al Gobierno regional del peligro que comportaba el árbol y le habían pedido su retirada, según la televisión pública lusa.

Las fiestas de la Señora del Monte es una de las más populares de Funchal y a ellas asisten muchos habitantes de la ciudad y las principales autoridades. El paraje está rodeado de varios árboles centenarios y cada año atrae a números habitantes de la isla de Madeira. El Gobierno regional decretó tres días de luto por el suceso.

El primer ministro, António Costa, expresó sus condolencias a las víctimas y ofreció la colaboración del Gobierno central, mientras que el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, partió para el archipiélago. La Fiscalía abrió una investigación para esclarecer los hechos y determinar si podrían haberse evitado con medidas preventivas.