La autopsia practicada al niño de ocho años que falleció en el asalto a su domicilio familiar en la localidad alicantina de Elda, apunta a que el pequeño pudo fallecer víctima de una asfixia. En el ataque, al parecer perpetrado por dos individuos que cubrieron sus caras con sendos cascos de moto, resultó también herida la novia del padre de acogida del niño.

La pareja recibió ayer el cariño de cientos de vecinos que participaron en el funeral del menor mientras la Policía trabaja en averiguar los móviles del crimen.

El niño, que según fuentes de la investigación sufría varias patologías, no presentaba signos externos de violencia ni contusiones por lo que la Policía sospecha de la asfixia aunque reconoce que las pruebas forenses no han podido ser concluyentes. Se han enviado muestras biológicas del niño al Instituto Nacional de Toxicología, en Madrid, para ver si se obtienen más datos que permitan esclarecer el caso.

La pista de los dos sospechosos no ha arrojado hasta la fecha detenciones. Los individuos llevaban puestos cascos de motos según el testimonio de la mujer que está embarazada de cuatro meses y que fue amordazada por los presuntos asesinos y sufrió heridas de carácter leve.

Los hechos ocurrieron sobre las nueve de la noche del pasado miércoles después de que una vecina alertara a la Policía tras escuchar un fuerte grito en el edificio. Los agentes se personaron en el domicilio y encontraron dentro de la vivienda, a la mujer amordazada y al menor en parada cardiorrespiratoria. El niño falleció poco después.

El suceso ha causado auténtico estupor en esta localidad alicantina, donde el padre de acogida es muy conocido por ser entrenador de atletismo, y el Ayuntamiento decretó un día de luto oficial y la suspensión durante 24 horas de las actividades municipales.

La Policía Nacional mantiene "varias líneas de investigación" para aclarar la muerte del niño. El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, señaló ayer que se están efectuando diversas pruebas científicas y de análisis, y que la investigación y la instrucción judicial (con secreto de sumario) se mantienen "en marcha".

Moragues, que ayer tenía una comparecencia pública por otros motivos, ha pedido ser "prudentes y cautos" y "esperar a los resultados definitivos de la investigación para extraer alguna conclusión" en torno a este triste suceso.

La Policía, que anteayer hizo una reconstrucción de hechos en el domicilio en presencia de la agredida, sigue trabajando en inspecciones oculares y pruebas testificales y físicas. "Se está investigando, todo está abierto", ha insistido el delegado del Gobierno.