Con la detención en Mallorca de siete personas de nacionalidad británica que ayer pasaron a disposición judicial la Guardia Civil da por desarticulada una banda que desde 2014 podría haber estafado a hoteles españoles 60 millones de euros mediante reclamaciones por falsas intoxicaciones alimentarias.

El juzgado de instrucción 2 de Palma ha asumido la investigación derivada de la operación Claims, que el jefe de la Guardia Civil balear, Jaime Barceló, cree que tendrá repercusiones en el Reino Unido, donde existe un entramado responsable de la gestión de las reclamaciones.

Según venía denunciando la patronal hotelera mallorquina, el fraude consistía en la presentación de reclamaciones por falsas intoxicaciones alimentarias por parte de turistas británicos a quienes solo se les pedía para probarlo el recibo de algún fármaco antidiarreico y que exigían la devolución del coste de su viaje a los hoteleros a través de sus touroperadores. La patronal había detectado el incremento de las reclamaciones por parte de turistas británicos en 2014.