A lo largo de todas las jornadas que duró el juicio contra Miguel Ángel Muñoz, el asesino de la peregrina norteamericana Denise Pikka Thiem en la primavera de 2015, sus abogados defensores centraron buena parte de sus intervenciones en demostrar que se habían vulnerado los derechos del acusado, con interrogatorios sin presencia de un abogado. Muñoz fue condenado a 23 años de prisión y la defensa presentó un recurso en el que pide la anulación de la sentencia o, en su defecto, una rebaja sustancial de la pena, que se reduciría a doce años.

Un jurado popular declaró culpable a Muñoz de asesinato y robo con violencia. Fue juzgado en la Audiencia de León porque la peregrina, que realizaba en solitario el Camino de Santiago, fue asesinada en un enclave de la provincia leonesa

En la vista del recurso de apelación contra la sentencia, que se celebró ayer , la defensa, Emilio Cortés, argumentó que la Policía Judicial actuó con "cierta ligereza" al detenerle e interrogarle sin presencia de un abogado. La defensa cree que "se buscó a un culpable, no al culpable", porque había presiones del Consulado de EEUU.