Una denuncia por un falso robo de un Renault Laguna presentada ante la Policía Local de Pontevedra provocó que los agentes tirasen el hilo que desmontasen lo que acabó siendo uno de los mayores entramados de estafas a aseguradoras en accidentes de tráfico descubiertos en Galicia. Aquella investigación, bautizada como operación Poza, llega el lunes a juicio a la Audiencia Provincial de Pontevedra cuando se sienten en el banquillo de los acusados un total de 20 procesados, desde los responsables de un taller de Pontevedra a un perito que supuestamente hacía la vista gorda y propietarios de alguno de los vehículos que colaboraron en estos fraudes. Se calcula que el fraude pudo superar los 200.000 euros.

Según el escrito del fiscal, que pide penas que van desde un año de prisión a cinco para los principales cabecillas de la trama, a lo largo de la investigación se detectaron hasta once supuestos fraudes a aseguradoras con accidentes de tráfico simulados o falsos robos de vehículos, la mayoría de alta gama.

El Ministerio público relata diferentes modus operandi para engañar a los seguros. Por ejemplo, en varias ocasiones los acusados se hicieron con vehículos que quedaron absolutamente inutilizados durante las riadas que se produjeron en Vilagarcía de Arousa en diciembre del año 2006. En algunos de los casos eran trasladados a un taller de Pontevedra sobre el que gira buena parte de la investigación.

Estos coches, por los que sus propietarios ya habían recibido la correspondiente indemnización al ser declarados siniestro total, se volvían a dar de alta posteriormente simulando una reparación inexistente, así como otro tipo de ardid y después se reclamaba al seguro simulando cualquier percance

La Fiscalía atribuye a los acusados distintos delitos como falsedad en documento mercantil y estafa (en algunos casos en grado de tentativa ya que algunas aseguradoras lograron descubrir los engaños). En algunos casos llegaron a obtener indemnizaciones que superaban los 30.000 euros por ser vehículos de alta gama.