El letrado defensor de Miguel Ángel Muñoz, condenado a 23 años por la Audiencia de León tras un juicio con jurado popular por el asesinato y robo con violencia a la peregrina estadounidense Denise Thiem en 2015, pidió la anulación completa de la sentencia o una rebaja de pena sustancial.

En la vista del recurso de apelación contra la sentencia, que vio ayer el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCYL), el abogado defensor, Emilio Cortés, argumentó en su intervención para pedir la nulidad de la sentencia que se vulneraron los derechos del condenado porque la Policía Judicial actuó con "cierta ligereza" al detenerle e interrogarle sin presencia de un abogado.

Consideró además que se había buscado a un culpable "no al culpable", porque había muchas presiones del Consulado de Estados Unidos para que se resolviera el crimen de su ciudadana.

Sin embargo, tanto el fiscal como el abogado de la acusación, Fernando Rodríguez, coincidieron en señalar que la detención se produjo tras una investigación previa y "no por presiones consulares".

Fernando Rodríguez explicó también que la investigación se desarrolló desde el momento del crimen, en abril, hasta la detención de Miguel Ángel Muñoz, en septiembre de ese mismo año.

También aseguró que lo que se produjo en un primer momento no fue un interrogatorio sin abogado, sino una "declaración espontánea" del entonces sospechoso, que indicó a los agentes dónde se encontraba el cadáver de la peregrina estadounidense Denise Thiem.

En la vista, la defensa se refirió asimismo a la falta de pruebas por lo que no correspondería una condena de 20 años por asesinato, sino una de 12 por homicidio; y añadió el letrado que el robo con violencia, que supuso una condena a tres años de cárcel, debe ser desestimado o sustituido por hurto, dado que el condenado pudo hacerse con el dinero de la víctima después de su muerte.

Pruebas suficientes

El abogado de la acusación particular y la Fiscalía coincidieron en que el jurado popular emitió su veredicto en base a "pruebas de cargo suficientes", como la falta de lesiones defensivas de la víctima, la propia declaración del condenado y el hecho de que, doce días después del asesinato, Miguel Ángel Muñoz acudió a una entidad bancaria para cambiar a euros 1.132 dólares cuya procedencia no pudo acreditar ante los agentes de la autoridad.