"Estoy desencantado con la vida, estoy sufriendo bastante". Son algunas de las palabras que Carlos Inácio Pinto, el millonario portugués acusado de intentar matar con una maza a su joven esposa de 27 años en la habitación de un hotel de Vigo, expresa en una carta manuscrita de 24 páginas que remitió al canal televisivo luso Porto Canal. Además de relatar pormenores de como conoció a Eliza y de su matrimonio ahora roto, insiste en su inocencia. Como hizo ante la juez, alega que fue ella quien lo atacó primero. Este hombre de 57 años lleva casi año y medio en prisión provisional a la espera de un juicio ya más próximo. La instrucción del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo está casi finalizada. La versión de la joven es distinta: siempre sostuvo que fue él quien por sorpresa la golpeó en la cabeza cuando ella se echaba crema en el cuarto de baño.

Pinto también cuenta en su carta que aquel día estaba en el baño. "En el reflejo [del espejo] vi a Eliza entrar decidida. Instintivamente pensé que me venía a asustar. A veces lo hacía de broma. Me giré de repente para tirarle la toalla. En ese momento sentí algo deslizarse por el brazo y me golpeó en la barriga. Ella gritó: 'Es por aquello que me hiciste'. Vi que tenía algo en la mano con lo que intentaba agredirme en la cabeza", afirma el imputado en la misiva, en la que agrega que él la empujó y ella resbaló, cayó para atrás y se golpeó la cabeza entre la puerta y la bañera. También relata que tras ese episodio comenzó a tener "fuertes dolores en el pecho" -sufrió un infarto- y que trató de pedir ayuda, pero que ella empezó a gritar que la querían matar.

Este portugués, condenado en su país por delitos económicos y que según Porto Canal admite en esa carta que tenía cuentas offshore, afirma que conoció a Eliza hace ocho años. La iba a visitar a su Rumanía natal y finalmente vivieron juntos primero en Viseu y después en Vila Nova de Gaia, en Portugal. Se casaron en 2015. El episodio violento de Vigo puso fin a ese idilio.