En ocasiones, lo que nos parece algo normal y habitual puede acabar en tragedia. Eso es lo que le pasó a una pareja inglesa con su bebé. Tras llegar de trabajar, Laure Jordan se tumbó un rato en la cama con su hijo. El cansancio hizo que se quedara dormida, provocando que horas después, al despertar, ya hubiese ocurrido lo peor. El bebé estaba muerto. Su marido también se había quedado dormido junto al pequeño y la mujer. Al parecer, según los médicos, el calor corporal de ambos habría subido la temperatura del bebé hasta provocarle la muerte.