Los forenses que comparecieron ayer en el juicio que se celebra en Cuenca contra Sergio Morate, por el doble asesinato de Marina Okarinska y Laura del Hoyo, indicaron que las jóvenes murieron estranguladas, la primera con una brida de plástico y la segunda con las manos, aunque esta intentó defenderse.

Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Cuenca, Guadalajara y Albacete que hicieron la autopsia a los cadáveres, en agosto de 2015, explicaron que Marina recibió un golpe en la cabeza que la dejó en situación de indefensión. Fue un golpe previo a la muerte, mientras que Laura sí que llegó a intentar defenderse de su agresor, aunque recibió también un golpe en el pómulo.

Uno de los forenses subrayó que el golpe que recibió Marina le provocó "una conmoción cerebral de grado 3", y que la muerte se produjo "por un estrangulamiento a lazo", con una brida de plástico que fue encontrada en su cadáver.