Un tribunal de Ecuador ha condenado a 17 años de prisión a cada uno de los 20 tripulantes (todos extranjeros) del mercante de bandera panameña Kraken I, apresado el pasado mes de mayo frente a las costas de Santa Elena con 5,5 toneladas de cocaína, valorada en 227 millones de euros, cuando se proveía de combustible para seguir rumbo a Galicia.

Entre los condenados en el último gran golpe asestado al tráfico marítimo internacional de drogas se encuentra el vigués David González Martínez, primo de uno de los supuestos cabecillas de la organización gallega responsable del alijo que fue desarticulada en España. Era el encargado de controlar a bordo el transporte de la droga y garantizar que toda la cocaína cargada era la que se desembarcaba al finalizar el viaje operación. Es decir, viajaba en el buque para que tanto la organización gallega a la que pertenecía como la colombiana tuvieran la certeza de la veracidad del operativo.

El Tribunal Penal de Santa Elena dictó sentencia el pasado 22 de noviembre, pero los siete abogados de la tripulación han anunciado que recurrirán al no considerar lógico que a todos se les condene a la misma pena cuando su responsabilidad en el transporte de droga sería bien distinta. En este sentido también se pronunció el cónsul de Panamá, quien acudió los ocho días de juicio pues 7 de los procesados son ciudadanos panameños. Manifestó que no se había tenido en cuenta la colaboración de varios acusados y que el capitán asumió toda la responsabilidad durante su declaración.

El abogado defensor del vigués, Galo Monroy, también aseguró a medios de comunicación locales que apelará el fallo, pues los procesados "sólo son trabajadores, jamás se les dijo que iban a llevar droga. Fue el 8 de mayo cuando ya estaban navegando que el capitán les amenazó para que colaboraran, fue esa noche que un grupo de lanchas llegaron con el alcaloide al Kraken I".

El granelero fue capturado el 11 de mayo en el transcurso de la operación Ciclón Marino. Los agentes ecuatorianos descubrieron 176 sacos de yute con la droga escondidos en una bodega, mientras el barco realizaba una parada técnica en Ecuador antes de cruzar el canal de Panamá.

El golpe asestado por la Policía Nacional de Panamá, en colaboración con la Policía Nacional española, que seguía la pista desde hacía meses a la organización gallega, permitió evitar que la ingente cantidad de cocaína llegara al mercado y detener en España a cuatro supuestos responsables de la red: un vigués, primo de David González, considerado uno de los cabecillas de la trama; otro vecino de Pontevedra, y dos hombres residentes en Madrid, caso del narco Waldo Pino, estadounidense de origen pero nacionalizado español, que ya fue condenado por los 3.200 kilos de cocaína del mercante Ivy en octubre de 2005.

Doce años atrás, Waldo Pino formaba parte de una red que utilizaba el mismo método que el Kraken I: varias lanchas rápidas se harían con la droga que cargaba el Ivy procedente de Panamá en aguas del litoral gallego. Con el cayó entonces quien años después fue contacto colombiano del alijo del pesquero Ratonero, de O Grove.

David González, junto a su primo y el otro detenido en Pontevedra, había realizado varios viajes a Colombia y Panamá para preparar, según informó el Ministerio de Interior en un comunicado, el envío de grandes cantidades de droga hacia España. Finalmente él fue designado para viajar en el narcobarco con la droga, como enlace y contacto directo entre el clan gallego en tierra y el grupo colombiano.

La instrucción de la causa en España la lleva el Juzgado de Instancia 2 de Cambados, si bien el caso podría acabar en la Audiencia Nacional.