La Audiencia de Navarra denegó ayer la puesta en libertad provisional de los cinco acusados de la presunta violación de los sanfermines de 2016, una medida provisional que había solicitado el abogado Jesús Pérez Pérez, que representa al guardia Civil Antonio Manuel Guerrero, y a la que se habían sumado los letrados del resto de encausados. Esto significa que todos ellos permanecerán en prisión al menos hasta que salga la sentencia, previsiblemente en enero.

La acusación particular, que representa a la denunciante, afirmó ayer que la decisión del Tribunal de mantener a los acusados en prisión "no avanza nada" sobre el sentido absolutorio o condenatorio de la sentencia.

El letrado Carlos Bacaicoa, uno de los abogados de la víctima, interpretó que el Tribunal ha denegado la petición porque "la Sala no ha tenido tiempo para deliberar mínimamente si les va a absolver o condenar". A su juicio, "hubiese sido distinto si los hubiesen dejado en libertad", porque se hubiera tratado de "un escándalo" y, en su opinión, eso sí que hubiera significado que la sala "tendría muy claro que los iba a dejar libres".